Infancia y televisión

TRAS RESOLVERSE algunas discrepancias de última hora, las televisiones públicas y privadas firmaron el «Acuerdo para el fomento de la regulación sobre contenidos televisivos e infancia», que pretende la protección de los niños contra contenidos impropios en las franjas horarias en que los menores están más presentes ante el televisor. El acuerdo es razonable porque ni las empresas de comunicación ni el Gobierno pueden desentenderse de un problema pedagógico que es real y que había que resolver. Pero nos equivocaríamos si pensáramos que de este modo la formación de los niños mejorará espontáneamente: son los padres quienes han de desempeñar el papel más relevante. Se trata pues, quizá sobre todo, de una llamada de atención a la responsabilidad de todos.