Un gran día

LA UNIDAD es la clave del éxito. Zaragoza le ha dado un ejemplo a España entera. El sueño de una tierra anclada en el Ebro se ha hecho realidad. Todas las autoridades han apoyado el proyecto que ahora saldrá adelante con la Expo del año 2008. Es, ya digo, un ejemplo de cómo cambian las cosas en cuanto los políticos en lugar de crear problemas deciden colaborar para resolverlos. Recordando lo que fue el calvario de la Expo de Sevilla (en aquella ocasión todo le parecía mal a los partidos de la oposición), ya digo que lo de Zaragoza es un ejemplo. El alcalde Juan Alberto Belloch, puede estar satisfecho porque de momento ya ha conseguido lo más difícil: poner de acuerdo a todos los zaragozanos. A tirios y a troyanos. Un ejemplo, también, para quienes tienen una visión de la política tan aldeana -caso por ejemplo del dirigente catalanista Carod Rovira- que le llevó al desvarío en relación con el proyecto olímpico que Madrid acaricia para el año 2012. Es verdad que ha rectificado en parte su primera y rencorosa manifestación, pero no es menos cierto que en la marcha atrás ha tenido mucho que ver los nubarrones que se cernían sobre las compras navideñas de cava catalán por parte de muchos españoles que empiezan a estar hartos de semejantes alardes de aldeanismo. Empleo este término en el sentido que le daba el añorado Julio Caro Baroja, ilustre humanista vasco a quien enseñó más la sabiduría de Eurípides («Ubi bene, ibi patria») que los aldeanismos de Sabino Arana. La ignorancia de la fuerza que nace de la unidad retrasa el pleno desarrollo de nuestras capacidades como pueblo y como sociedad avanzada. El día que todos seamos conscientes de ello, será un gran día.