No olvidar la historia

Uno de los problemas de más candente actualidad es el de las disciplina escolar. La indisciplina impide el normal desarrollo del proceso educativo. Es necesario erradicar la violencia escolar de las aulas y crear el ambiente apropiado para la formación de nuestros jóvenes. Los profesores de Anpe exigimos, entre otros aspectos, lo siguiente: 1. El establecimiento de un marco jurídico que mejore el gobierno de los centros educativos y el clima de convivencia, ya que es necesario disponer de la normativa adecuada para propiciar un ambiente disciplinado, de respeto y de cooperación en los mismos. 2. La implantación, con carácter general, en todos los centros educativos de primaria y secundaria de Departamentos de Orientación, así como la dotación del profesorado de apoyo suficiente. 3. La importancia de la acción tutorial exige que todas las tutorías sean convenientemente incentivadas económica y administrativamente. 4. Vemos conveniente la creación de un nuevo órgano de coordinación en los centros educativos: el Consejo Tutorial. Este nuevo órgano debe tener competencias para tomar decisiones educativas y correctivas inmediatas, ante conductas que degraden la convivencia escolar o la dignidad del profesor. 5. Para un correcto funcionamiento del «Consejo Tutorial» se deben establecer sus competencias y atribuciones, sin lesionar las que al respecto tiene encomendadas el Consejo Escolar. Antonio Roldán García (Presidente provincial de Anpe de Granada). Como ciudadano laico (no-laicista) quiero ser fiel a las dos sociedades que me acogen, la jurídica y la religiosa. Deseo recordar a los políticos, periodistas y demás influidores en la opinión pública, que los ciudadanos tenemos derecho a una información clara y veraz. Sin que interprete la ética (la que sea) desde la conveniencia política, sino al revés: sin que confunda los principios con los casos concretos. Sabido es que la acción del Estado se orienta, democráticamente, por expresiones sociales mayoritarias, variables y opinables de por sí e impone el orden jurídico con las leyes coactivas. La Iglesia valora los aconteceres humanos por la doctrina cristiana, única e invariable. Se dirige a la conciencia ética de los individuos, o de la sociedad, tratando de colocarlos libremente delante de su propio creador, Padre y Juez universal. Algunos dicen que la ética o moral católica varía de unos papas a otros. No advierten que, por ejemplo, en cuestiones de familia (aborto, uniones homosexuales, divorcio, etcétera) ya Pablo VI aclaró muchos puntos de la vida sexual, condenando la regulación irresponsable de la natalidad o por métodos no naturales, impropios de la dignidad humana. Y la doctrina no cambia, aunque pueden haber cambiado los comportamientos personales de creyentes o increyentes. Demócrito (León). Miguel Soto Reverté (Zurich; correo electrónico).