Testimonios y alegatos

EL DEBATE político sobre un eventual diálogo con ETA aprobado en el Congreso y debatido en la opinión pública ha venido coincidiendo con una reactivada campaña de bombas -ayer en Madrid- por parte de la propia banda terrorista. Probablemente son «atentados de mantenimiento» que ETA ejecuta para que no se olvide su existencia y propósitos. ¿Son compatibles esos «petardazos» con un deseo de diálogo para resolver el futuro de los presos etarras?. Probablemente nunca como en estos días están ejerciendo, y tratando de conseguir mayor influencia, los llamados foros cívicos, en los que se reúnen las víctimas del terrorismo y personas agrupadas en defensa de los derechos de éstos. Esta semana, precisamente, han venido mereciendo abundantes atenciones periodísticas algunos de esos foros y de sus integrantes, como el presidente de la AVT, por razón de la convocatoria de movilización efectuada para el mes que viene contra el Gobierno y su diálogo, o como Fernando Savater, relevante personaje del grupo Basta Ya, de quien se viene hablando precisamente por razón del encuentro informal que mantuvo con Rodríguez Zapatero acerca del diálogo con ETA. Primera observación: la banda terrorista lleva meses tratando de persuadir al Gobierno de que quiere hablar con él sobre la base del final de la violencia y de la preocupación por el ulterior destino de sus presos, de los «refugiados del exterior», etcétera. Opina el filósofo que existen razones para creer en ello por la sencilla razón de que, por primera vez, la mayor parte de los pesos pesados de ETA están dentro de la cárcel y no fuera por causa de la eficacia de la aplicación del pacto antiterrorista y la Ley de Partidos. Savater se hace la ilusión de que ETA, en efecto, pudiera rendirse en fecha no lejana, y enumera que el mérito de esa derrota será de gobernantes democráticos, fuerzas de seguridad, grupos cívicos, asociaciones de víctimas y muchos simples ciudadanos. Savater considera un equivocación la movilización ya mencionada, convocada para el próximo día 4, y reclama para el Gobierno un margen de confianza. Muy distinto es el contenido y el tono de otro ilustre integrante de foros cívicos, el catedrático Mikel Buesa, cuando alude a la hipotética posibilidad de indultar a los terroristas en un artículo que firma en ABC. Llega a denunciar un presunto deseo del presidente de «usurparnos nuestro derecho y realizar una injusticia contra nosotros y nuestros allegados. Si lo hace, habrá minado la legitimidad del estado democrático, habrá asentado su poder sobre la traición a los vivos y a los muertos, habrá impedido nuestra reivindicación de justicia y no de venganza...», proclama de manera contundente.