Cita con la desazón

LA MOVILIZACIÓN convocada para hoy en Madrid contra la futura Ley Orgánica de la Educación tiene un sabor ambiguo. De una parte, es comprensible la irritación de la sociedad ante la visible decadencia del sistema educativo, que ya está haciendo notar sus efectos sobre la competitividad de este país, y se comprende que esta airada preocupación se exteriorice en la calle, mediante el ejercicio de un derecho constitucional incuestionable. Pero, por otro lado, la fuerte caracterización ideológica de los convocantes, así como la amalgama de argumentos objetivos y religiosos en la convocatoria, también generan desazón y muestra la triste realidad de una fuerzas políticas incapaces de generar un consenso que dé estabilidad al modelo por encima de las vicisitudes electorales.