¿Son muchos 108 muertos?

PODEMOS hacernos el planteamiento al revés. ¿Son muchos 108 muertos en accidentes de tráfico cuando se han producido más de 16 millones de desplazamientos en una semana? ¿Es evitable que en 16 millones de desplazamientos no haya distracciones, velocidades inadecuadas, inexperiencias, cansancio o sueño? ¿Es posible que en 16 millones de desplazamientos no se produzcan colisiones, salidas de vía, vuelcos o atropellos? ¿Es real creer que podemos estar todo un país, una semana, circulando a toda pastilla sin tener un sólo error, ni un solo despiste? Las vacaciones tienen siempre un precio no deseable que todos quisiéramos erradicar. Es cierto. Pero tampoco podemos hacer lo que hacemos estos días, que es flagelarnos lo que no nos flagelamos en las procesiones y sentirnos como si todos fuésemos responsables de la muerte de más de un centenar de personas. Claro que 108 son muchas vidas para dejarlas ir cuando, precisamente, el país se divierte. Y claro que n os hierve la sangre al ver cómo la indolencia y la irresponsabilidad se llevaron a algunas de ellas. Pero si todos queremos ir a los mismos lugares, salir a las mismas horas, circular por las mismas carreteras y llegar cuanto antes, y eso lo hacemos 16 millones de veces en unas cuantas horas, tenemos que ser conscientes de que tal divertimento tiene un coste, por mucho que Rodríguez Zapatero y Pere Navarro nos digan que la situación es inaceptable. Sentarse al volante tiene un precio lo mismo que lo tiene navegar, jugar al tenis, practicar el senderismo e ir al radiólogo. Por eso que no nos vengan ahora con las monsergas de que todo esto se va a acabar el día en que entre en vigor el carnet por puntos y se endurezcan aún más los castigos. Esto sólo se acabará de verdad el día en que no se nos ocurra a todo un país echar a correr al mismo tiempo, en la misma dirección y por el mismo atajo.