Agotados

HARTOS, agobiados, saciados, aburridos y así hasta las sesenta acepciones que el conjunto de diccionarios de sinónimos nos ofrece desde la gran riqueza de voces del castellano, agotados estamos todos los ciudadanos del Estado tras la tediosa campaña electoral de las elecciones de hoy. Agotados hasta el límite de la extenuación. Somos los supervivientes del reality show que cercó esta vieja isla llena de eslóganes tan vacuos como reiterados en pasadas campañas. Los mensajes se enredan en el par de neuronas que aún parecen dispuestas a sorprenderse y el martirio, el martillo pilón de las primarias, se transforma en la obcecación de un discurso primario. La jornada de reflexión bien podría trocarse en un par de semanas de recuperación para superar el síndrome de abstinencia de las promesas pintorescas, de los proyectos imposibles que no utópicos, del entramado mafioso del ladrillo corruptor y perverso y sus consecuencias, de los múltiples y tu mas, del repetido quehaydelomio,de mentiras entreveradas con medias verdades y de la balsa económica navegando al garete en busca de un puerto seguro ayuntamiento a ayuntamiento. Jacuzzis para todos, campos de golf en el jardín, hospitales para mascotas, jauja en babia anunciada en mítines y promesas electorales que convierten al ave en el tren de la bruja viajando entre polígono industrial y parque cluster entre municipios adyacentes, son parte de la oferta conjunta escuchada en este par de semanas que nos tiene ahítos, baldados, agredidos por el alud de promesas de difícil cumplimiento. Se evitó hablar de los temas que nos preocupan seriamente, incluso de la contaminación del paisaje con cercados que limitan la finca con viejos somieres reciclados, de la financiación municipal en la nueva versión del café para todos, del escepticismo de los mas jóvenes que siguen viendo su futuro lejos del pueblo donde nacieron. De casi todo ,de todo lo visible y lo invisible. La vieja e inservible fórmula se ha vuelto a activar camuflada en banderolas colgadas de las farolas tras una pasada por el fotoshop . Pasen y vean, pasen y voten aunque sea al itálico modo es decir, tapándose la nariz, y cuando nos recuperemos debemos abrir los caminos de la reflexión para encontrar nuevas, aunque no sean originales, formulas para volver a ilusionarnos con ofertas electorales que nos rejuvenezcan, con lideres mas cercanos y menos altivos, con gestores mas profesionales que hagan de la administración publica una empresa ,que den beneficios para los ciudadanos en una satisfactoria cuenta de resultados que nos obligue a distinguir la diferencia que existe ente el agotamiento y el cabreo. En fin, que ustedes lo voten bien.