¿Qué es una misión de paz?

ES MUY SENCILLO. Cuando usted ve en una fotografía o en unas imágenes de televisión una fila de tanquetas blindadas, con la ametralladoras dispuestas a abrir fuego, o cuando ve a un soldado armado hasta los dientes y sin poder ocultar el pánico que le atenaza, está claro. Está usted viendo una misión de paz. Cuando usted ve a grupos de soldados caminar agazapados tras los blindados, mirando a todos lados aterrorizados, está usted viendo como se trabaja en una misión de paz. Lo mismo que cuando ve pasar a un blindado a toda mecha por el medio de la población civil que huye despavorida. No lo dude, esa es una misión de paz. Las misiones de paz son ahora otra cosa. No como las entendemos usted y yo, que es ir a curar a heridos, a dar clase a niños, ayudar a enfermos y a llevar alimentos. No. Ahora las misiones de paz no tienen nada que ver con todo eso. De ahí que no estaría de más que actualizáramos su definición y estableciéramos que una misión de paz es algo así como la presencia de militares de un determinado país, armados hasta las cejas, que desarrollan su actividad en otro país en guerra, con ejércitos en guerra, con grupos terroristas en guerra y con la población en guerra. Y entonces lo comprenderá todo el mundo. Pero si aún no queda claro, ponemos algunos ejemplos. Ayer, Kosovo e Irak. Hoy, Afganistán y Líbano. Aunque uno nunca llegará a entender cómo se puede estar en misión de paz en un país en guerra. Ni cómo se puede estar en misión de paz cuando están deseando volarte por los aires. Ese es el problema que tenemos. Que hasta que le llamemos a las cosas por su nombre no vamos a ser capaces de asumir la realidad. Enviamos a nuestros soldados a la guerra como si fueran a vendimiar a Francia. Sin medios, sin preparar y casi sin saber a lo que van. Y después nos los devuelven, de seis en seis, envueltos en una bandera. Porque los inhibidores que debían de llevar sus carros estaban instalados en los Audis de nuestros señoritos que andaban de turismo por la Costa Brava, y que no se han enterado todavía que en la guerra no hay misión de paz que valga.