Conductores a la cárcel

LA COMISIÓN de Justicia del Congreso acaba de aprobar una reforma del Código Penal -primer paso para la tramitación de la norma en el Parlamento que establece límites objetivos para determinar cuándo una conducción temeraria debe ser considerada como delito, aunque no se hayan producido resultados lesivos para nadie. Con los nuevos artículos, conducir a más de 110 km/hora en ciudad o superar los 200 en una autovía supondrá pena de prisión, en concreto entre 3 y 6 meses de privación de libertad, o multa de 6 a 12 meses y trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y en todo caso privación del carnet de conducir entre 1 y 4 años. Igualmente, cuando la presencia de alcohol en sangre supere los 1,2 gramos, se incurrirá en conducta delictiva. Prosigue, en fin, la criminalización sistemática del conductor, que sería -a juicio de la actual DGT- el único responsable de la alta siniestralidad. Ni una palabra se dice de mejorar las vías, de educar mejor a los conductores, de dotar a los vehículos de más seguridad, etcétera.