Fiscales del medio ambiente

LA LEY 10 de 2006 creó la Fiscalía de Coordinación de Medio Ambiente y Urbanismo, pieza clave para defender la salud ambiental. Al frente de este organismo tenemos a Antonio Vercher, eminencia en pleitos sobre atentados a la naturaleza. De los dos millares de fiscales españoles, unos cien están especializados en medio ambiente y, de 2006 a 2008, han conseguido más de mil sentencias condenatorias. Entre esta gente tan comprometida aparece Ángel Núñez, de la Fiscalía de Cádiz, que ha empapelado a una tropa golfa de particulares y empresas promotores de basureros ilegales, construcciones piratas en la línea de costa y vertidos en el Estrecho de Gibraltar, amén de una condena de cuatro años de prisión a un propietario que derivó en beneficio propio varios arroyos del Parque Natural de Los Alcornocales. Por primera vez se observa que no solo llegan a los fiscales ambientales denuncias de organizaciones ecologistas y del SEPRONA de la Guardia Civil, sino también las procedentes de servicios de inspección de la Administración, sea local, autonómica o nacional. Otro fiscal conocido es el de Madrid, Agustín Hidalgo de Morillo, uno de los seis de esta comunidad, en la que llevan el record de instrucciones relativas a construcciones ilegales, la del negocio del ladrillo con abundante infracción hacia ordenanzas municipales y urbanísticas. El renombre acompaña a Joaquín Baños, de la Fiscalía de Valencia, una de las más expertas en temas de vertidos. Uno de sus logros fue empurar a una multinacional, fabricante de pantalones vaqueros, cuyos tintes tóxicos llegaban, vía alcantarillas y acequias, tras 10 kilómetros de periplo venenoso, al Parque Natural de la Albufera, arrasando con parte de sus lisas, habichones, anguilas y lubinas. Álvaro García Ortiz, fiscal verde de Galicia, trata el caso del Prestige, complejo por la normativa de tráfico de hidrocarburos y de seguros. ¡Ánimo para estos defensores de las leyes de protección de la naturaleza!