Diario de León

TRIBUNA | juan josé alonso perandones

Lo que diga mi señor

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León

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EL PASADO 21 de febrero la historiadora Margarita Torres, a la sazón también cronista de la ciudad de León, publicaba un artículo intitulado «Lodos históricos en el Camino», disculpen, titulado «Polvos históricos en el Camino». Cuando lo terminé de leer pensé que más que ante una historiadora me hallaba, efectivamente, ante una cronista a la que su señor le había pedido llevar a cabo una encomienda; difícil encomienda, más propia para adivinos que para cronistas o historiadores: Hurgar en la mente de los emperadores Trajano y Adriano (siglos I y II después de Cristo) con el fin de comprobar si antes de ser sepultados en tierra leve pensaron cambiar el trazado de la Vía de la Plata. Desafío éste, verdad es, harto difícil para cualquier mortal, incluso para Margarita, pues su resolución no sólo requiere poseer poderes adivinatorios sino ejercitarse en las cavernas procelosas de la magia. Veamos si nuestro Lucio Valerio -éste sí que tenía oficio y dotes de adivino- puede ayudar a nuestra historiadora a develar este misterio. La plática ante su lápida funeraria -que luce espléndida en nuestro Museo Romano- bien podría ser algo así:

-Dime, Lucio Valerio, tú que adivinabas el futuro por las entrañas y el vuelo de las aves, dime, que me lo pide mi señor, contéstame: ¿a que Trajano y Adriano pensaron hace unos 1.900 años cambiar el trazado de la Vía de la Plata hasta Legione?

-Dirás hasta Legio (León), Margarita, que los míos no son los tiempos oscuros.

-Bueno, hasta ese «extraño binomio Legione-Asturica».

-Era hasta Astúrica (Astorga), Margarita.

-A lo que vamos, tú destripa este grajo que te entrego, palpa sus intestinos, observa el vuelo de los que merodean por la torre rosada de la catedral, indaga si además de «por aquí», también planean «por acullá», como yo pienso; porque sería una prueba irrefutable de que entre las últimas voluntades de «Adriano y de Trajano» estaría el «cambiar a última hora el trazado» de la Vía de Plata hasta León y «que no les dio tiempo».

-Margarita, no fue en época tan tardía como la de Adriano ni de Trajano cuando quedó definitivamente trazada la calzada de la Vía de la Plata, sino en la de Octavio Augusto.

- «¿Qué rancio polvo histórico» acumulas Lucio, ¿tú también con «disquisiciones históricas», «con chinitas historicistas»?

-Margarita, Margarita, que el sobretítulo de estos artículos tuyos es «Historias del Reino» y ya sabes, o lo puedes saber, que hubo hasta algún acreditado historiador que mencionaba a propósito de la Vía de la Plata la Extremadura de León.

-Lucio, yo como cronista me debo siempre a mi señor; si mi señor anterior antes me pedía una cosa la hacía, y si ahora mi señor actual me pide esta otra, la hago también, porque si el camino que unía a dos ciudades , «osea -mejor, o sea- Burdigala (Burdeos) y Brácara (Braga)», está dando pingües beneficios como Camino de Santiago, éste de la Plata también lo podemos estirar y moldear, y no sólo hasta León, sino hasta Gijón, Sevilla y el peñasco ocupado por la pérfida Albión. Así los «jóvenes no se sentirán cada día más asqueados con este León» que «de puro apolillado, ya ni asusta a las tiernas vecinitas».

-El Camino de Santiago, mejor decimos, Margarita, que lo hizo posible la vía de Astúrica (Astorga) a Burdigala (Burdeos).

-Terminemos de una vez... ¿Qué deduces de las entrañas de las aves sobre los «barruntes mentales» de Adriano y Trajano?, Lucio, que a eso he venido.

-A estas alturas, nada, Margarita, nada, que lo mío es adivinar el porvenir y no el pasado, y el pasado ya ha sido escrito.

-Pero los grajos planean «por aquí» y «por acullá», y cuando planean llevan la Vía de la Plata por aquí y por acullá.

-Planear , Margarita, sí que planean.

N. B .: los entrecomillados son todos ellos genio y figura de Margarita Torres; han sido extraídos de su artículo, que arriba se cita.

Posdata : La Vía de la Plata es la calzada histórica de Mérida a Astorga; está jalonada aún hoy en día por un número excepcional de miliarios (piedras con forma de columna que indican las distancias en mil pasos), en torno al diez por ciento del total (en España y en Europa, otras calzadas conservan como término medio alrededor del dos por ciento). Ciudades hoy en día patrimonio de la humanidad, importantes restos arqueológicos, grandes puentes y alcantarillas..., un patrimonio excepcional para el desarrollo de algunas ciudades desde Astorga a Mérida, pero, especialmente, para decenas de pueblecitos hermosos en León, Zamora, Salamanca, Cáceres y Badajoz. En 1997 las ciudades de Gijón, León, Zamora, Salamanca, Cáceres y Sevilla, se plantearon -siempre bajo el impulso de la primera- , aprovechar esta calzada que varias de ellas no tienen, su nombre y patrimonio, para inventarse una ruta turística histórica, que discurriría por la Nacional 630 y cuya denominación sería Ruta y Ruta Vía, de la Plata. La promoción la vienen realizando a través de paquetes turísticos, en coche o autobús y con parada en importantes ciudades. Éstas y otras actuaciones (ruego miren en internet la «Red de Cooperación de Ciudades de la Ruta de la Plata» para ver quiénes son, en qué fundamentan la ruta y sobre todo qué hacen), sus actuaciones, decía, vienen siendo amparadas por el Gobierno y las Comunidades Autónomas, los cuales vienen derrochando dinero para conseguir hacer valer esta falsificación; como cada poco celebran ágapes con traca informativa, son perfectamente identificables.

Son esos políticos y sus inmediatos superiores verdaderos bárbaros culturales, pues en vez de emplear los recursos económicos para difundir, a la manera como se ha hecho con el Camino de Santiago Francés, esta calzada, y con ella a los pueblos que en ella están enclavados, les hurtan su patrimonio y su desarrollo, pues hurtar es difundir para unos con recursos lo que corresponde a otros que no pueden apenas alzar la voz. Su fracaso es equiparable al dinero derrochado en tal empeño. Recuerden lo que ocurrió en aquel hotel lujoso de Barcelona: ¡vaya ridículo!, y qué vergüenza para cualquier leonés que se precie de serlo, incluso para Margarita. Para el próximo Año Santo esta calzada -que fue también camino de peregrinación- seguirá casi en el olvido, porque además de no promocionarla, aparece confundida en un galimatías de sendas o caminos por un gran número de regiones. Para finalizar, una propuesta: no estaría de más que, dado que en su día un número importante de profesores de la Universidad de León firmó un manifiesto como protesta por la falsificación de la Vía de la Plata, Margarita Torres promoviera -con su participación- una mesa redonda integrada por expertos en este asunto histórico tan relevante. Bien podía ser el artículo «Los polvos del Camino» el guión para dicho acto; despertaría y tendría sin duda un alto interés académico.

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