Nada conseguirán

En el filo | Pedro calvo

Los terroristas de ETA se han atribuido el derecho de amargar la vida a los españoles todos y la verdad es que en ocasiones lo consiguen, como en esta ofensiva de Burgos y Mallorca, sobre todo con los dos guardias civiles asesinados en Calvià. Una vez más habría que preguntarles por qué lo hacen, a sabiendas de que no van a conseguir ni de lejos ninguno de sus objetivos políticos. Ahora celebran los cincuenta años del nacimiento de la banda, ocurrido en un tiempo en el que el contexto nacional y mundial les ayudaba a dotarse de un barniz revolucionario que, desde el advenimiento de la democracia, carece de toda explicación, por si pensamos que justificación nunca la hubo para matar a sangre fría. Quien niegue eso, o disimula o no dice la verdad. Pero eso se terminó hace muchos años y su evocación tiene sólo un interés histórico.

Y ahora mismo ni siquiera los asesinatos y extorsiones les son útiles para ahondar en las divisiones políticas de los partidos españoles, como sucedía durante la anterior legislatura, gracias a la irracionalidad de los dirigentes del PP, que habían hecho del terrorismo un arma de lucha política contra el Gobierno de Zapatero, que sólo les sirvió para perder de nuevo las elecciones. Ahora Zapatero se lleva a Rajoy en su avión para visitar la capilla ardiente, como este viernes en Mallorca, algo natural pero insólito si se recuerdan los años del primer mandato del actual presidente. Por cierto, que Zapatero podría llevarse a una representación completa de la clase política, y no solamente al presidente del primer partido de la oposición, como si los demás no estuvieran en las mismas disposiciones condenatorias del terrorismo. ¿O es una concesión más al absurdo bipartidismo que tanto se fomenta en este país? Pero en fin, la respuesta ha sido de nuevo unánime y eso debe confortarnos.