Diario de León

Resultados de búsqueda: no me insulten gente, ví meme

Las Cantaderas bailan al son de la Sotadera en el claustro de la Catedral de León durante la celebración de la liberación del Tributo de las Cien Doncellas.

LA REBELIÓN DE LAS CANTADERAS

Nunca se doblegaron ni se convirtieron al Islam. Esa fue su rebelión. Y ellas, las auténticas Cantaderas. No las que se celebran hoy en el claustro de la Catedral sino mujeres que fueron entregadas siglo y medio después de la leyenda para satisfacer a Almanzor. Dadas como oferta por sus propias familias para apaciguar al temido califa. Eran plebeyas, hijas de reyes, novicias o monjas. Del Reino de León las llevaron a pie hasta Córdoba, como esclavas, para integrar el harén y ser ‘esposas secundarias’, concubinas del califa. Ni su padre ni sus hermanos negociaron para ellas un estatus superior. Fueron oferta, el tributo cumplido de las Cien Doncellas. Algunas no olvidaron nunca León. Casi ancianas, regresaron al viejo Reino, donde fueron repudiadas por sus familias y sus conventos. Entonces, pidieron justicia, que no clemencia, al rey

Cantaderas. Jóvenes leonesas fueron entregadas a Almanzor

QUÉ HACER EN LEÓN

La rebelión de las Cantaderas

Nunca se doblegaron ni se convirtieron al Islam. Esa fue su rebelión. Y ellas, las auténticas Cantaderas 

No las que se celebran este domingo, el primero antes de San Froilán,  en el claustro de la Catedral sino mujeres que fueron entregadas siglo y medio después de la leyenda para satisfacer a Almanzor

Fueron dadas como oferta por sus propias familias para apaciguar al temido califa 

Eran plebeyas, hijas de reyes, novicias o  monjas. Del Reino de León las llevaron a pie hasta Córdoba, como esclavas, para integrar el harén y ser ‘esposas secundarias’, concubinas del califa

Ni su padre ni sus hermanos negociaron para ellas un estatus superior. Fueron oferta, el tributo cumplido de las Cien Doncellas

Algunas no olvidaron nunca León. Casi ancianas, regresaron al viejo Reino, donde fueron repudiadas por sus familias y sus conventos. Entonces, pidieron justicia, que no clemencia, al rey