Reportaje | Cristian Reino
¿Cómo será en 150 años Barcelona?
A través de una web los barceloneses imaginan su capital en el futuro
Imagen de la cápsula del tiempo que guarda los mensajes.
«La Rambla será navegable y gran parte de las calles del Raval podrán recorrerse en canoa, porque el nivel del agua habrá aumentado tres metros. No habrá problemas de circulación, ya que todos levitaremos desplazándonos por el aire» (Juli Capella, arquitecto). «Os quiero hablar de los edificios móviles, serán como girasoles, girando alrededor del sol para tener energía todo el día» (Bárbara, 21 años). Cerca de 2.000 barceloneses se han montado en una máquina del tiempo y han dejado volar su imaginación para describir cómo será la capital catalana dentro de 150 años. Como en el anuncio de refrescos, hay de todo: para los soñadores, para los utópicos, para los idealistas, para los realistas, para los futboleros y hasta para los catastrofistas.
La iniciativa quiere rendir homenaje al siglo y medio de vida del plan de reforma y ensanche de Barcelona ideado y ejecutado por Ildefonso Cerdà, proyecto con el que diseñó una ciudad anticipándose a la realidad futura, mucho antes de que se inventaran los coches. Ahora, todo el mundo que lo desee tiene la oportunidad de dejar su testimonio en la web www.barcelona2159.org sobre cómo se imagina Barcelona dentro de 150 años.
1397124194 Una cápsula del tiempo. Todos estos mensajes sobre la ciudad serán almacenados en la llamada Cápsula del Tiempo que recibirán las generaciones del siglo próximo. Estos artefactos están construidos con el fin de guardar mensajes y en ocasiones objetos del presente para ser descubiertos por generaciones futuras y comunicarse con ellas. Tanto si hablamos de la Westinghouse-capsule , las enterradas durante la era soviética (que contienen mensajes para camaradas del futuro), el conjunto de cajas de Andy Warhol, la cápsula de Greenpeace o la del Año Cerdà , todos estos objetos quieren comunicarse, ser recordados y ayudar a la gente del futuro a comprender mejor la realidad de nuestro presente, las ideas, predicciones, deseos, esperanzas y tristezas.
La de Barcelona mide 2 metros de alto y 1,1 metros de ancho, unas medidas monumentales que buscan la interacción con el público durante el periodo de conservación y que harán más fácil su localización en el momento de abrirla.