La OMS advierte de una contraofensiva de la industria tabaquera por la ley

La industria tabaquera ha perdido una batalla, pero no capitula. A la luz de los los precedentes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) vaticina una contraofensiva de las empresas tras la entrada en vigor de la ley antitabaco que prohíbe fumar en bares y restaurantes. El responsable sobre tabaquismo de la OMS, Armando Peruga, aseguró ayer que la estrategia que se avecina «es de libro» y pasa por cuestionar el impacto del tabaco sobre la salud y presentar la norma que consagra los espacios libres de humos como un atentado a las libertades individuales. La OMS destaca que no hay ningún estudio que demuestre que las leyes que promueven la erradicación del humo en espacios cerrados se traduzcan en pérdidas de ingresos.

Peruga, que pronunció una conferencia en el foro de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (Anis), sostuvo que las marcas de cigarrillos se juegan mucho en España. No en vano, durante mucho tiempo trataron de «vender» y exportar el modelo que auspiciaba la ley del 2005 a otros países. Esa norma era mucho más permisiva, por cuanto permitía fumar en bares y restaurantes dentro de espacios reservados, como las denominadas peceras. La reforma de la ley, con la prohibición taxativa de fumar en todos los espacios públicos, es «un golpe muy fuerte» para la industria.

De hecho, la ley española ha generado un efecto «dinamizador muy importante», de manera que el Gobierno chileno está dispuesto a incorporar a su ordenamiento interno los más aspectos más relevantes de legislación promovida por las ministras Trinidad Jiménez y Leire Pajín. Armando Peruga auguró que las empresas del sector «y sus aliados», como algunos líderes de opinión y los hosteleros, pasarán pronto a la acción. Su forma de actuar, ya conocida en otros países que han promulgado leyes antitabaco, incluye la proclamación de daños económicos y despidos sin fin por culpa de la iniciativa.

Peruga puso como ejemplo un reciente informe efectuado entre los empresarios autónomos, una encuesta tan burdamente manipulada que era incompatible con la lógica matemática. Además, en el estudio, los emprendedores sin trabajadores contratados predecían al menos un despido en su sociedad, lo cual equivalía a anunciar que se iban a despedir a sí mismos. El objetivo de las tabaqueras es «suscitar dudas», generar controversia y poner en cuestión la evidencia científica de la mortalidad asociada al consumo de tabaco, uno de los aspectos de salud pública más investigados.

Los fabricantes de cigarrillos «intentarán hacer creer que la ley no se cumple» y elevarán a categoría casos aislados de infracciones. Por añadidura, es de esperar que promuevan la impugnación de la ley ante los tribunales. Según Peruga, por ahora ningún estudio ha logrado demostrar la existencia de pérdidas de ingresos a consecuencia de estas legislaciones.