Diario de León

CORNADA DE LOBO

Que pongan lonas

Publicado por
GARCIA TRAPIELLO
León

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Tomarán medidas gobierno y sindicatos agrarios la próxima semana porque esta sequía superó ya el castaño ocuro y está cogiendo el color de la helada negra.

Cunde el miedo y se hace pánico en el surco o en las majadas. No llueve ni pa Dios. Y esa es la señal que ha movido a comunidades islámicas de Cataluña a solicitar permiso a las autoridades a fin de celebrar sus plegarias y ritos para conjurar la sequía rogando a Alá que aplaque su castigo.

Vaya, la católicísima España está remisa a sacar a sus santos y vírgenes en obligadas rogativas porque quizá se vuelva a bordar lo inútil o el ridículo y, sin embargo, aquí asoman otros credos con ganas de ayudar. Pues adelante, les han dicho.

Pero si a falta de san Roques le funcionan al «infiel» sus rogativas, ¿qué pensará entonces nuestra feligresía?, ¿habrá muchas conversiones al Islam?...

Sócrates cree que es bueno que los musulmanes quieran hacer su propia ceremonia; es más, deberían convocarse a otros credos (budistas, mormones, animistas) y proponerles que se distribuyan por los cuatro puntos cardinales con sus ritos y rezos, esperándose a ver después en cual de sus zonas cae antes la lluvia. Sería un apasionante y divino concurso con tele y todo; y al final, lo típico: y la religión ganadora ¿es?...

Siempre que haya sequía recordarás aquella que sufrió una vez la reserva de indios navajos de Texas, sequía devastadora. El jefe de la tribu apremiaba cada vez más malhumorado al chamán que no lograba nada con sus rituales y conjuros. Tres semanas después el jefe estaba furioso, agarró al chamán por el pescuezo y amenazó con matarle si no le decía exactamente cuándo llovería al fin. Acogotado de pánico, aventuró el chamán titubeando: ¡Mañana! . Sosegado algo el jefe, dijo ¿mañana?, pues entonces, den la orden y que pongan todos las lonas a las tiendas . Aterrado el chamán, se fue conrriendo al Centro Meteorológico de Houston que estaba justo al lado, preguntó por la Sección de Pronósticos, planta 23, subió y preguntó urgido «oiga, ¿cuándo lloverá?»... el trajeado jefe fue hasta la ventana, corrió la cortina, miró a lo lejos y concluyó: ¡Mañana!... ¡porque cuando estos indios ponen las lonas a sus tiendas !...

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