Diario de León
Publicado por
ROSA VILLACASTÍN
León

Creado:

Actualizado:

La coronación de Guillermo Alejandro de Orange abre un tiempo nuevo lleno de claro oscuros, que exige dotar de contenido una institución con la que muchos ciudadanos no están de acuerdo, pero que la mayoría considera de utilidad por su papel moderador, al menos en España. Un dato que deberían tener en cuenta la denominada «generación del relevo», integrada por los príncipes Carlos de Inglaterra, Victoria de Suecia, Felipe de Borbón, Federico de Dinamarca, Haakon de Noruega, Alberto de Bélgica, Alois de Liechtenstein y Guillermo de Luxemburgo, no sólo porque se encuentran en expectativa de destino lo que les permite analizar el futuro con cierta tranquilidad, pese a la época convulsa que les ha tocado vivir, motivada por las altas cifras de paro y una crisis que en Europa amenaza con llevarse por delante a políticos, sindicatos e instituciones que, como la monarquía, necesitan de un buen lavado de imagen, y una mayor transparencia.

Tener un lugar en la historia requiere mucho esfuerzo, dedicación y sensibilidad, especialmente con los más más jóvenes, muchos de los cuales se ven obligados a abandonar su país en busca de un trabajo que les permita vivir decentemente. Una situación que les obliga a ser críticos con todo lo que tenga que ver con la cosa pública, con el dispendio y el boato. Sin olvidar tampoco a quienes hicieron posible «la primavera española de la transición», que a día de hoy son los grandes damnificados, porque habiendo pasado los 60 aún no saben qué futuro les deparan los recortes y la demolición del Estado del Bienestar, después de años de duro trabajo.

Pero no es sólo la crisis el mayor problema al que tienen que enfrentarse los futuros reyes europeos, también lo es el manejo de las nuevas tecnologías en beneficio propio. Me explico: tan mala es la exhibición continua como no aparecer cuando la situación así lo demanda. Echo de menos, una entrevista en horario estelar con los Príncipes de Asturias, en la que se les puedan preguntar por todo y de todo, sin censuras, lo que reforzaría su imagen y nos permitiría a los ciudadanos conocer de primera mano qué piensa el heredero de los problemas de nuestro país.

tracking