Homenaje al padre de la reina Sofía
La reina Sofía y sus hijos rindieron ayer homenaje al rey Pablo I en un acto religioso celebrado en el cementerio real del palacio de Tatoi, antigua residencia de verano de la monarquía griega, situado en los montes que rodean Atenas. Doña Sofía, los príncipes de Asturias y las infantas Elena y Cristina asistieron ante la tumbas de Pablo I y su esposa Federica a una breve ceremonia religiosa oficiada por varios obispos ortodoxos. Hacía meses que no se veía a la infanta Cristina, salpicada de lleno por el caso Nóos, junto a los príncipes de Asturias.
Al responso asistieron además Constantino de Grecia y Ana María de Dinamarca, y los hijos de éstos, Nicolás y Pablo, con sus respectivas esposas, Tatiana Blatnik y Marie-Chantal Miller, con algunos de sus niños. Estaba además presente Irene de Grecia, hermana menor de la reina. Todos los invitados llegaron a pie hasta el lugar en el que reposan los restos mortales de Pablo I, fallecido el 6 de marzo de 1964, situado en un bosque de pinos que rodea al Palacio de Tatoi, un terreno de 4.000 hectáreas a los pies del monte Párnitha.