La década de María Lafuente

PACHO RODRÍGUEZ | MADRID

A María Lafuente, igual no se lo ha dicho nadie, hay veces que sólo le falta una varita mágica. La luz la lleva siempre en su mirada y su sonrisa, como si fuera una obligación vital. Y aunque esté de los nervios porque toca pase, lleva impresa en su actitud algo así como ante todo mucha calma. La procesión, el desfile, proyectado en su interior, va por dentro antes. Y así lleva diez años, por ejemplo, en lo que ahora es la Mercedes Benz Fashion Week Madrid, que antes fue Pasarela Cibeles, y que es la cita con la moda más importante de España. Y tiene mérito esta década que celebra, porque parece que ese mundo tiene pinta de ser bastante caníbal, aunque la gente está delgada. Ella ha sobrevivido, ha sacado la cabeza y encontrado su sitio. Y siempre añadiendo cosas originales.

Ayer también le tocaba nervios que no se sabe dónde guarda. Pero era una puesta en escena más amable que el estresante momento de un pase de moda, en el que el tiempo siempre corre en contra y pasa como un suspiro de unos veinte minutos. Eso toca para la semana que viene. «Innovar algo siempre va por delante de cualquiera de mis proyectos y mis colecciones», asegura, mientras aún espanta un catarro leonés. Y mucho de eso hay, si tenemos en cuenta que estamos en el corazón de los negocios de Madrid, en pleno Eurobuilding, y un contenedor en la puerta sirve de reclamo, resumen y metáfora de ÂME, nombre de su nueva colección, alma en francés, y que remite a claves al más puro estilo Lafuente: corazón, esencia, sentimiento.

Técnicamente, eso se traduce, ya de cara a los expertos, y en palabras de la propia diseñadora nacida en Asturias pero leonesa también de corazón, en «una esencia que se verá plasmada en una colección que recoge el ADN de una firma en cuanto a colores, formas y textiles. Lo veremos representado por colores como el rojo, el negro y el crudo, con variaciones hacia vainillas, corales y nude», explica y corrobora como gamas en las que ella se mueve a la perfección. Y añade que esta nueva colección contiene «siluetas fluidas y ajustadas combinadas, con formas arquitectónicas y geométricas que darán vida a cuerpos, trench, maxi jerseys y faldas con vuelo y midi». En definitiva, todo un mundo para el que hay que coger lápiz y papel para adentrarse en el todo el trabajo previo, hecho con tejidos, lanas afieltradas y de crepe, así como tules y pelo de cabra, como texturas que se imponen en esta nueva propuesta.

Todo para cumplir diez años al frente de sí misma en la cita madrileña, y en la que ha tenido que sortear, por ejemplo, la crisis completa de todos, incluso cierta también crisis interna en el sector, pero que ella se ha tomado como una forma más de caminar.

Pero el apartado colaboraciones en María Lafuente, siempre con la vista puesta en la innovación, es uno de sus puntos fuertes. Y para esta ocasión también ofrece una larga lista enla que, por otra parte, muchos son profesionales con los que el vínculo va más allá y la complicidad es el gran nexo.

De esta manera, por primera vez se podrán ver medias que cambian de estampado al situarse delante de una luz, diseñadas por María Lafuente y estampadas por ReflectNOVA, y que comercializa la firma española Cecilia de Rafael. Cómo no, no faltará la colaboración de su músico de cabecera, y compañero de fatigas de todos estos años, como es el caso de David Dalmau.

También repite María Lafuente con los gallegos Norriss Glassess, que vuelven a poner la esencia handmade made in Spain con bolsos plegables y gafas coloreadas.

Los pintores J.Morgan y Alberto Rodríguez Serrano, el calzado de Ángel Infantes, el maquillaje de DNI y la peluquería por Ángel Ostáriz, completan esta larga lista que demuestra que María Lafuente es el nombre bandera, pero que ella prefiere siempre el trabajo en equipo.

Y ayer, en el Eurobuilding, y a la entrada del hotel, también se demostró que en manos de Lafuente una de las formas de combatir el frío que ya está aquí es a través de la imaginación y la sensibilidad, que por mucho que se diga nunca han sido síntomas de debilidad. Lafuente lo convierte todo en creatividad. Pero no tiene varita mágica. Temakel, Tau, Luz, Vinchi, Pure, Biomímesis, Kapok, Phi... son algunos de los nombres que durante estos años han servido para poner título a su incesante creatividad y que más que con magia se han hecho a base de duro trabajo. O también el proyecto Made in Slow con un claro objetivo muy conectado a la historia leonesa: salvar la trashumancia de la oveja merina española y que le lleva a incorporar prendas en punto de lana. Todo, en fin, lo que le sirve a esta leonesa de adopción para que ahora, para celebrar toda una década en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid, sea tiempo de ÂME.

Lafuente junto a Nacho Montes. RAQUEL P. VIECO