Silicon Valley en Vegazana

cristina fanjul | león

Enrique Alegre, director del Área Investigación Aplicada, Transferencia e Internacionalización de la Universidad de León, coordina el grupo de Visión Artificial y Reconocimiento de Patrones (VARP) cuyos investigadores —todos ellos ingenieros — desarrollan soluciones para Incibe orientadas a servir a Policía Nacional y Guardia Civil en su lucha contra la ciberdelincuencia. A través de Incibe, este organismo desarrolla otros servicios con la BIT (Brigada de Información Tecnológica) y en especial en relación con el abuso sexual de menores a través del proyecto Asasec. «Hay otros cuerpos que están interesados en nuestro trabajo pero no puedo hablar sobre ello de momento», desvela Enrique Alegre, que explica que las aplicaciones que en estos momentos desarrollan podrían ser utilizadas en campos como la lucha contra el terrorismo, drogas o falsificación.

En es?te grupo trabajan, de momento, cuatro profesores vinculados a la Universidad de León, dos doctorandos que ya están terminando sus tesis y otros procedentes de Rusia, India y Siria. Además, en breve se incorporarán una doctoranda de Colombia, y otros tres doctorandos más, procedentes de India y Bangladesh.

Nuevas herramientas

Uno de los doctores del grupo, Eduardo Fidalgo, ha trabajado para Indra desde 2008 hasta 2016, año en el que unió a este grupo de investigación. Su trabajo en la empresa tecnológica resulta capital para todo el equipo por cuanto que ha sido responsable técnico de proyectos internacionales en países como Japón, Alemania, EEUU y Reino Unido, relacionados con el área de defensa en concreto la simulación de helicópteros. Tras finalizar el proyecto Asasec, se firmó un acuerdo específico dentro del convenio marco con Incibe con el fin de seguir colaborando «siempre en la resolución de problemas en función de la repercusión social», destaca Enrique Alegre, que precisa, por ejemplo, que Asasec sigue desarrollándose.

De esta manera, los investigadores del grupo VARP colaboran con Incibe en nuevas herramientas capaces de detectar objetos, texturas, rostros e imágenes alteradas. «Para la visión artificial, Asasec ha supuesto un revulsivo porque cuanta mayor cantidad de imágenes le des, mayor será la precisión», revela Enrique Alegre. Y es que uno de los problemas con los que cuenta la policía reside en el tiempo. Los tiempos pueden hacer fracasar una operación o, al revés, convertirla en un éxito. Gracias a la colaboración entre Incibe y el grupo VARP, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado tienen un software para saber si el ordenador que hay en la casa de un presunto pederasta tiene contenido de abuso sexual a menores. «El problema es que, si en un periodo de tiempo determinado la policía no encuentra una evidencia al realizar un registro, no puede detener al sospechoso», destaca.

Las investigaciones del grupo de Visión Artificial se está extendiendo, por ejemplo, a la detección de eventos o cambios en los videos, lo que permitirá realizar resúmenes a partir de los frames más representativos del vídeo. Asimismo, se está iniciando otra línea de investigación a través de la cual se analizan los sonidos hallados en las películas encontradas a las redes de terroristas o pornografía infantil. En este caso, los investigadores desarrollan algoritmos capaces de identificar gritos, gemidos, sonidos, llantos e idiomas que ‘cuenten’ el contenido de los videos y las conexiones con otros detectados con anterioridad. Este programa de voz permitirá, por ejemplo, conocer la nacionalidad de los niños que sufren los abusos.

Todo ello supondrá un gran avance en la lucha contra la criminalidad por cuanto que permitirá muchos avances. En primer lugar, la inteligencia artificial (el programa) crece de manera exponencial a medida que recibe más información. Además, será capaz de introducirse a través de la red Tor en el internet oscuro para navegar con todas estas ‘destrezas’ a través de los miles de millones de imágenes y descubrir dónde buscar para desenmascarar al criminal.