Diario de León

EL BAILE DEL AHORCADO

Burbuja del lenguaje

León

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A veces lees cosas que te dejan de piedra, sobre todo porque sabes que quien habla sabe mucho más que tú de lo que dice y aún así, dice lo que dice. Una siempre espera que el lenguaje sea la posibilidad de hacer veraz lo que intuimos. La realidad tiene demasiadas dimensiones para que algo tan inefable como el habla sea exacto, pero si conjugamos presupuestos falaces en origen, todo se convierte en un ejercicio de disimulo. Mal. Puede que se trate simplemente de mi inclinación por el autoengaño, que en la vida no está mal adoptar el papel de ingenua, sobre todo en esta época, en la que da igual de qué lado está la realidad, este momento en el que lo que de verdad importa es lo que cada uno de nosotros decida creer.

La realidad se ha convertido en un acto de voluntarismo. Ya ven, nunca como hasta ahora la fe ha tenido tantos devotos. Dice Javier Vega que la construcción huirá de la especulación. Y Soros, también, pienso mientras lo leo.

Mi añadido es una ironía, por si alguien cree que yo también soy una creyente. El presidente de la patronal hace otra afirmación hilarante. ¿Cómo era? Abro comillas: «La crisis financiera provocó que estos inmuebles se depreciaran en unos porcentajes insospechados». Esta frase conlleva mucha carga implícita. Para empezar, supone ponerse en la perspectiva de que somos idiotas. Puede que lo seamos, después de todo. Esto es como lo del huevo y la gallina pero en simple. ¿Fue primero la burbuja o la crisis? ¿Qué precedió a quién? ¿Qué pasó con las cajas? Y, sobre todo, ¿qué, con Caja España? ¿Burbuja en León? Analicemos la realidad. ¿Hacia dónde vamos? ¿Es posible que la economía de la construcción crezca sin especulación en una ciudad en la que la tasa de crecimiento es negativa? ¿Lo es en un lugar en el que el paro no deja de crecer y la industria se reduce a los call center?

En León, la construcción crecerá al ritmo marcado por la especulación o no lo hará. Es una regla demasiado elemental como para que perdamos el tiempo con falacias. También hay burbujas de la inteligencia.

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