Los animales que nos gobiernan

ana gaitero | león

A partir de mañana, el perro gobernará los días. El signo más humanista del zodiaco chino toma el relevo del gallo. Con la llegada del año nuevo chino, que entra este viernes con la Luna nueva, se augura que la justicia, la lealtad, la confianza y la valentía del mejor amigo del hombre (y de la mujer) ejerzan su influencia sobre el planeta y aparte a un lado la era de conflictos y confrontación que ha marcado su antecesor el gallo.

El año nuevo chino que, hace unos años, sonaba literalmente a chino se celebra en León y en casi todo el mundo desde hace ya algunos años. La mayor potencia económica del planeta penetra con su cultura en Europa en lo que constituye un nuevo flujo e influjo de oriente sobre occidente.

El Instituto Confucio es el foco de China en León y en todo el noroeste de España. Con más de 400 estudiantes de chino en los dos cuatrimestres de este curso, a los que se sumará el aula del IES Juan del Enzina de León que a partir del próximo 26 de febrero ofrecerá la enseñanza del idioma chino en horario extraescolar, con posibilidad de hacer el examen oficial, apunta Óscar Fernandez el director del Instituto Confucio por la Universidad de León.

Este centro cultural que fue una apuesta personal de José Luis Rodríguez Zapatero, está en fase de expansión no sólo con su traslado a la antigua Escuela de Minas, sino también con la apertura de nuevas sucursales en Vigo, Valladolid y Oviedo. Lo que no ha conseguido el leonesismo y tienen muy difícil de lograr para el nodo logístico, lo ha logrado Confucio que desde León ejerce como capital de la cultura china en el noroeste.

El director chino del Confucio, el doctor Chen, señala que el perro de tierra que regirá con su influencia a partir de mañana «es un animal simpático» y, como tal, se espera que impregne los próximos 365 días o los que resten para el nuevo año chino que se rige por las Luna en lugar de por el sol. El Instituto Confucio celebró por adelantado el año nuevo con una gala en el Teatro San Francisco la semana pasada y estos días ofrece algunas de sus esencias culturales a través de talleres.

Ayer se impartió la técnica de teñido con cera y hoy uno de bordado chino, de 18.00 a 20.00 horas, en el que se podrá participar previa inscripción. El viernes por la tarde, en el Centro de Idiomas de León, se recibirá el nuevo año con una degustación de comida china, actividad abierta al público.

«León es una ciudad que, sin ser grande como Madrid o Barcelona, está bastante abierta a la cultura china», señala el doctor Chen después de tres años como residente en la capital.

En la provincia de León hay 1.696 personas nacidas en Asia. Los restaurantes, primero, y los comercios después han sido la puerta de entrada laboral de la población china en León. La economía mueve a la gente, pero fuera de los tópicos, generalmente falsos, se sabe muy poco de China a través los ciudadanos que han llegado aquí. En los comienzos fueron una comunidad cerrada y, sin embargo, la segunda generación pasa desperciba.

El comercio con el león amarillo desde León es todavía discreto, «la cifra de exportaciones conjuntas a China y Hong Kong es todavía muy baja», señala el profesor de la Universidad de León, José Luis Placer Galán. Según los datos recogidos hasta noviembre de 2017 por este experto Comercialización e Investigación de Mercados la balanza comercial, como era de esperar, es favorable al país comunista en el que triunfa el capitalismo.

León exporta a China productos por valor de 1,5 millones de euros, mientras que el gigante amarillo nos coloca en la provincia mercancías por valor de 37 millones de euros. Vino, componentes eléctricos, neumáticos y manufacturas de hierro y acero son los productos que mejor coloca León en China. De allí para acá vienen cuadros y componentes eléctricos, prendas de vestir y manufacturas de hierro y acero además de partes destinadas a generadores eléctricos.

La balanza comercial con China hay que verla también en función de lo que llega a Hong Kong desde León y lo que sale desde allí hacia aquí, porque, como apunta el profesor de la Facultad de Económicas «probablemente lo que va a Hong Kong acabe entrando en China».

La balanza en este caso es muy favorable a León, con 3,4 millones de euros en neumáticos, despojos comestibles de bovino y vino, frente a los 68.000 euros de las importaciones desde esta ciudad.

El berciano Horacio Guerra lleva a gala ser el pionero en introducir el zodiaco chino en España en los años 70, con la publicación de su libro Horóscopo Chino tras un viaje por Asia. Explica que «el año lunar comprende 12 nuevas lunas con una treceaba cada docena de años, por lo que un año nuevo en el Este nunca coincide con la misma fecha».

El ciclo es una serie de doce años y cada año del ciclo es representado por un animal que ejerce «una influencia en la vida, destino y carácter de los humanos desde su nacimiento». Guerra se empapó de estas teorías con sus traducciones del zodiaco para hacer el libro y advierte que «cada animal afecta no solo a la gente sino también al año mismo».

El año del perro de tierra estará marcado por los rasgos de este animal que él define como «hombre preocupado, siempre a la defensiva, en guardia, alerta y mirando», pero también como el primero «en hablar contra las injusticias a menudo en circunstancias que requieren coraje para hacerlo», matiza.

Entre las cabezas visibles municipales de León capital, entre sus cabezas de lista, no hay ningún perro, como tampoco entre las primeras espadas de León en el Congreso de los Diputados. Eduardo Fernández, del PP, es caballo, igual que Pablo Iglesias con ascendiente de serpiente. El caballo es un «animal político», sabe como vestirse y es hábil en problemas prácticos como lo es con su mente.

Aurora Flórez (PSOE), tigre (o tigresa) y Ana Marcello, rata, igual que Pedro Sánchez. De la rata, dice Guerra que es es el play boy del horóscopo porque ha nacido bajo el signo del encanto, pero también sabe revolverse. El presidente Mariano Rajoy es cabra, al igual que Albert Rivera, un signo femenino, pero de pésimos vendedores. «Anhelan seguridad ante todo».