Diario de León

Cáritas ‘recicla’ su ropero y crea una empresa social

Moda-Re es la marca de ropa de Cáritas que se venderá en León a partir del verano en una tienda en la calle Regidores. El histórico ropero, que tiene más de 60 años, se reconvierte al negocio de la ropa de segunda mano, con un «enfoque social» pues insertará a personas en exclusión. El dinero «seguirá una trayectoria ética», afirmó ayer la directora Beatriz Gallego, la directora de la institución. Comparte León es el nombre de la empresa que arranca con seis puestos de trabajo y una inversión de 150.000 euros para locales y vehículo..

Beatriz Gallego, en el centro, junto al obispo de León, Julián López y la concejala Aurora Baza. RAMIRO

Beatriz Gallego, en el centro, junto al obispo de León, Julián López y la concejala Aurora Baza. RAMIRO

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Reciclar ropa y reinsertar personas es el lema del proyecto textil de Cáritas basado en la recogida, selección, tratamiento y venta de ropa de segunda mano. El viejo ropero de Cáritas, uno de los servicios más antiguos de la institución, se convertirá en un punto más de recogida de la ropa que donan los leoneses y dejará de ser el lugar de entrega de prendas a las personas que lo necesitan.

Cáritas se lanza al mundo empresarial bajo la consigna de la «economía social» y administrará al cien por cien la empresa Comparte León para gestionar la recogida, selección y reciclaje de ropa usada dentro de un engranaje estatal de la marca Moda-Re. Un total de 70 delegaciones de Cáritas Española están involucradas en este proyecto de «economía solidaria», precisó la directora de la entidad, Beatriz Gallego.

El proyecto arranca en León con una inversión de 150.000 euros y la creación de seis puestos de trabajo directos, dos de estructura —personal de gestión— y cuatro de personas en exclusión, según los datos de la entidad.

El dinero se invertirá también en el acondicionamiento de un local en la calle Regidores (antiguo Creaciones Ángel) donde se abrirá una tienda para la venta al público de la ropa de segunda mano, así como en el alquiler de una nave en Castrillo de la Ribera (Villaturiel) para el almacenaje.

La recogida se realizará en el ropero y en los 30 contenedores que Cáritas dispone en la calle, heredados del proyecto que inició en 2011 con Asprona León para la recogida conjunta de ropa usada en la ciudad. Las dos entidades inician ahora caminos separados y se han repartido estos puntos de recepción de las prendas.

Asimismo, la inversión se dedica también a la adquisición de una furgoneta con la que dos de los empleados contratados recogerán la ropa de los contenedores y de las parroquias donde hay establecidas Cáritas Diocesanas locales.

45% para iberoamérica

El almacén de Castrillo de la Ribera centralizará toda la ropa que los leoneses donen a Cáritas. En esta nave se realizarán tareas de higienizado, etiquetado y selección de la ropa y desde aquí se trasladará a uno de los tres centros de reciclaje que el proyecto empresarial de Cáritas tiene en Valencia, Bilbao y Cataluña. Aquí se clasifica la ropa y la que «esté en mejor estado se envía a las 80 tiendas» que forman parte de la red de Moda-Re.

Se estima que la ropa se reutilizada para vender en tiendas será el 7% de toda la que se recoge, mientras que casi la mitad de las donaciones —el 45%— irán a parar a otras Cáritas, principalmente de países iberoamericanos.

Otro 35% se reciclará para la obtención de fibras sintéticas e hilos que servirán para fabricar telas como aislantes para la construcción, moquetas, asientos para vehículos. Por último, el 13% de ropa se estima que será inservible para estos usos y se incinerará en plantas de producción de energía eléctrica.

«El proyecto sigue una trayectoria ética» y de responsabilidad ambiental, recalcó Beatriz Gallego. Se calcula que ahorrará agua suficiente para abastecer durante medio año una ciudad como Madrid o durante un año una urbe como Valencia —56 millones de metros cúbicos— y «supondrá un ahorro de 679.000 toneladas en dióxido de carbono».

En toda España el proyecto prevé dar empleo a 750 trabajadores y trabajadoras, de las cuales medio millar son personas en exclusión que no tienen posibilidades de acceder a un empleo normalizado y van a estar apoyados por el personal de estructura y el voluntariado, que se estima en un millar de personas.

Moda-Re es una apuesta por el cuidado de las personas, en la línea vocacional de Cáritas, a la que se suma la sensibilidad por el planeta. Las ganancias de la empresa se destinarán al propio proyecto en el que se contratará a personas que no están preparadas para insertarse en el mercado laboral normalizado y serán acompañadas en el proceso por profesionales y voluntarios, de modo que en el plazo de dos años podrían asumir empleos ordinarios.

«Los tiempos cambian y hay que evolucionar», declaró Beatriz Gallego al explicar que este proyecto supone el salto de los roperos meramente asistenciales a la creación de un tejido económico basado en la ética y la solidaridad.

«Dar nueva vida a la ropa y a las personas vale más de lo que cuesta», señala el video promocional de Moda-Re que Cáritas presentó ayer en León. «Porque no es lo mismo hacer negocio con la ropa usada que hacer justicia social», añade la voz grabada para divulgar la iniciativa.

León se suma a este proyecto por detrás de provincias como Burgos y Zamora que ya lo han implantado en la Comunidad. La tienda, que está en obras y se prevé abrir al público en verano, sustituirá al ropero como punto de entrega de la ropa a las personas que lo necesiten.

El servicio se prestará mediante la entrega de unos vales equivalentes a una cantidad de dinero, con el que podrán «comprar la ropa como cualquier otra persona en la tienda», cuya cuantía y periodicidad será determinada por el personal de Cáritas en función de sus necesidades.

El año pasado Cáritas Diocesana de León entregó del orden de 50.000 prendas a leoneses y leonesas que acudieron al ropero para satisfacer sus necesidades de vestido, una cantidad que ha ido en aumento en los últimos años pues en 2011 fueron un total de 36.000 prendas las que se entregaron a la gente con necesidades. Se trata de pasar del «asistencialismo» tradicional de Cáritas a la «economía circular» en la que «reciclamos ropa» e «insertamos a personas», añadió Gallego.

En Castilla y León el proyecto ya está funcionando en Burgos, con varias tiendas, y en Zamora con una. León lleva dos años trabajando en esta obra «sin precedentes» en el servicio y apostolado social de Cáritas, señaló el obispo de León, Julián López.

La concejala de Familias y Servicios Sociales, Aurora Baza, alabó el proyecto por sus componentes de «desarrollo sostenible e inclusión social» y agradeció a Cáritas la puesta en marcha de este «gran proyecto» en una «ciudad que es pionera en solidaridad».

Seis diferencias

La marca Moda-Re ha sido bautizada con este nombre para «poner en valor la importancia de re-coger, re-utilizar o re-ciclar para re-construir, re-iniciar, re-emplear o re-vivir las biografías de todas las personas en situación social precaria a las que acompañamos», señala Cáritas Española, que ha presentado esta semana el proyecto a nivel nacional.

En la promoción muestran las fotos de dos pantalones vaqueros que cuestan lo mismo. «Busca las seis diferencias», invita. El pantalón B lleva en su etiqueta la marca Moda-Re: «Promueve la economía solidaria, genera empleo social y sostenible, da un destino ético a la prenda, fomenta el consumo responsable, ayuda a los más necesitados y apuesta por una gestión transparente».

Son las seis diferencias en las que se basa el proyecto textil con ropa de segunda mano que transforma los roperos de Cáritas en una empresa con fines solidarios.

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