Diario de León

Expertos del Covid-19

«El Covid-19 es la punta del iceberg; nos jugamos nuestro futuro y el planeta»

Elías Rodríguez Ferri, catedrático de Sanidad Animal en la Universidad de León y presidente de la Academia de Ciencias Veterinarias de Castilla y León es el único leonés, y el único veterinario, presente en la comisión de expertos del Covid-19 que asesora a la Junta durante la pandemia.

Elías Rodríguez Ferri, catedrático de Sanidad Animal de la ULE, en una de los laboratorios de la Facultad de Veterinaria donde trabaja como docente e investigador. JESÚS F. SALVADORES

Elías Rodríguez Ferri, catedrático de Sanidad Animal de la ULE, en una de los laboratorios de la Facultad de Veterinaria donde trabaja como docente e investigador. JESÚS F. SALVADORES

León

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«La salud es única —One Health— y sería un error gravísimo prescindir de la sanidad animal, igual que de la ambiental, no sólo para las generaciones futuras, sino para el planeta». Son palabras del catedrático de Sanidad Animal de la ULE y presidente de la Academia de Ciencias Veterinarias de Castilla y León, Elías Rodríguez Ferri.

La crisis del coronavirus es, en su opinión, «la punta de un iceberg y nos estamos jugando no solo nuestro futuro, sino el del planeta».

El único veterinario presente en la comisión de expertos que durante los últimos meses de pandemia de Covid-19 ha asesorado a la Junta de Castilla y León, y más en concreto a la Consejería de Sanidad, que dirige Verónica Casado.

Ferri se incorporó el 21 de marzo, días después de que se creara este comité de expertos con Ignacio Rosell, profesor de Medicina Preventiva en la UVA, como secretario de las reuniones presididas por la consejera. La implantación de tratamientos, la situación en los hospitales, la disponibilidad de Epis, las alertas... los temas candentes de los días más duros de la pandemia se ventilaban en reuniones ágiles.

Profesión al margen
«Los veterinarios hubiéramos sido muy útiles al principio de la pandemia»

«Los veterinarios hubiéramos sido muy útiles en el comienzo de la pandemia», comenta el catedrático. Pero no se contó con ellos hasta que no empezaron a alzar la voz desde distintos frentes. «Tenemos mucha experiencia en este terreno con los animales. Desde el momento en que tienes una alerta la actuación es inmediata. No puedes recibir una llamada de un ganadero que tenga un millón de gallinas y esperar al lunes», comenta.

En la pandemia del Covid-19 se restringieron las capacidades para hacer pruebas porque inicialmente «se produjo un cuello de botella por la falta de kits» para la extracción del ácido nucléico y su posterior ampliación —con copias— para determinar la existencia o no del virus en las muestras.

La presencia de Ferri fue determinante, con todo, para que el Laboratorio Regional de Sanidad Animal de Castilla y León, con sede en Navatejera, se incorporara como infraestructura idónea para realizar las PCR, después de que ya lo hiciera la Facultad de Veterinaria de León y, con el paso de los días, todas las demás de la Comunidad.

«El primero que dijo en el comité de expertos que se podía contar el Laboratorio Pecuario para hacer las PCR fui yo», señala. En épocas de crisis de sanidad animal este laboratorio puede llegar a hacer millones de reacciones. «Cuando se va a una explotación hay que muestrear a todos los animales», apunta.

El concepto de One Health —una sola salud— viene a decir que la salud humana, la animal y la ambiental están influenciadas. Y el coronavirus, bautizado científicamente como Sars-Cov-2, ha venido a confirmarlo y hacer una nueva advertencia a la humanidad. «No es excepcional. En lo que llevamos de siglo ya hay unas cuantas advertencias», puntualiza Elías Rodríguez Ferri.

Y todas tienen que ver con el mundo animal. La gripe aviar o Sars (síndrome agudo respiratorio) apareció en 2002 y desapareció porque el contagio disminuía por debajo de 1. El coronavirus se alojaba, sin causar daños, en cibetas y murciélagos.

A continuación eclosionó el síndrome por coronavirus de Oriente Medio, «presente en murciélagos y camellos y que sigue matando», precisa el catedrático. Los genipavirus, que proceden de los murciélagos, saltó del cerdo al hombre y se produjo un proceso grave en Malasia. Los murciélagos frugívoros se expandieron contaminaron a los cerdos en una zona de granjas donde se eliminaron muchos árboles. Y del cerdo, el virus pasó a los cuidadores de las granjas.

«Si se hubiera aplicado la doctrina de One Health se hubieran evitado muchas muertes. Esto significa que hay que compartir todo, porque la salud humana, la animal y la ambiental van unidas», añade.

En una sociedad global como la actual, «hay que mirar más hacia el exterior: comemos kiwis de Nueva Zelanda, carne de Argentina... Para eso están las redes. Todo lo que pueda ocurrir en un lugar lejano tiene importancia en nuestra salud», subraya.

Rodríguez Ferri recuerda que tuvo su primera experiencia con pandemias animales en 1997 a raíz de la crisis de la turalemia en la población de conejos. Desde entonces tiene interés en las enfermedades emergentes. «Es un tema que me preocupa, pero me fascina», admite.

Ahora le preocupa especialmente lo que pueda pasar en África y en la India.

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