Diario de León

El aprendiz de farero

«Si un trabajo no te permite conciliar el sueño o estás triste la mayor parte del día es el momento de poner límites». Es el principal mensaje de ‘El aprendiz de farero’, un libro que enseña a disfrutar de los pequeños momentos de la vida a través de una psicología que «no genere frustación»

Los psicólogos catalanes Joan Piñol y Javier Savin

Los psicólogos catalanes Joan Piñol y Javier Savin

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Cuando trabajamos en consulta lo hacemos con historias de vida, por lo que inventamos una que nos diese pie a explicar nuestros conocimientos», explica Savin en una entrevista con Efe sobre El aprendiz de farero (Kairós), un texto salpicado con los conceptos y las técnicas psicológicas que aplican en sus consultas terapéuticas para transmitir buenos hábitos y gestión emocional. Ambos tienen claro que hay que preocuparse y pedir ayuda psicológica cuando el estado de ánimo afecta al trabajo, las relaciones sociales y el autocuidado, y resaltan que hay personas que no están en situación de ser felices porque han perdido a seres queridos, tienen una fuerte depresión o se plantean el suicidio. «Son personas a las que hay que dotar de herramientas y estrategias suficientes para ducharse, comer, descansar, trabajar y relacionarse mas o menos bien con sus amigos y familiares», una intención que «a nivel marketing» es muy poco vendible, como comenta Javier Savin, al referirse a los que «te aseguran que te van a enseñar a estar bien o a ser feliz». Por ello, apuestan por una «psicología que no genere frustación» sino que permita a las personas disfrutar de determinadas situaciones, ya que «una mayoría de personas no tienen a su alcance la felicidad de manera incondicional».

15 CLAVES PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS

Según relata Joan Savin, el libro expone 15 claves que, aplicadas a la vida, permiten llevar una existencia plena y feliz, entre las que destaca «pasar al hábito por encima de la voluntad, convirtiendo lo excepcional en habitual» y diseñar «un plan b que anticipe lo que pueda salir mal». También recomienda «compartimentar las cosas para atacarlas en pequeñas porciones en lugar de golpe», como cuando los protagonistas del libro realizan el mantenimiento del faro poco a poco, así como hacer lo difícil a diario para que no se acumule.

Además, animan a «escuchar las emociones», tanto las agradables como las desagradables para «no abandonarse a ellas». «Escúchalas, busca su origen y una vez encontrado valora con decisión si es el momento de hacer nuevos cambios o seguir por el mismo camino», resalta Piñol. Y todo ello, viviendo siempre con conciencia plena.

La atención debe avanzar al mismo tiempo que suceden las cosas para poder vivir en línea recta y disfrutar con plena conciencia en cada momento, explica Savin, quien recuerda que los orientales dicen que en occidente «pensamos con la cabeza del mono», que avanza entre lianas, yendo de un lado a otro.

En este sentido, resalta que la mayoría de las cosas que te producen pena nacen del pasado, al ser conscientes de que algo que se tenía o se apreciaba ya no forma parte de la vida, mientras que el miedo bebe del futuro, ante el temor a perder algo que se tiene, como el trabajo, un ser querido, la salud o la pareja. Especifica Savin que estas emociones no tienen nada que ver con la melancolía, pena o culpa que se puede sentir al coger, con voluntad de recordar y consciencia, un albúm de fotos, o cuando se va al futuro planeando un viaje. «Esto no es malo, pero sí lo es cuando la cabeza sola va al pasado a ver todo lo que echo de menos y al futuro a ver todo lo que puede salir mal».

EL CEREBRO NO ESTÁ ENTRENADO PARA SER FELIZ CONTINUAMENTE

Insiste Piñol en que el cerebro está pensado desde hace millones de años para ayudarnos a sobrevivir, ya que lo que quiere es protegernos y «para ello busca todas las veces que me han hecho daño y me las recuerda para que no me vuelva a pasar».

Además, recuerda que «la felicidad esta dentro de uno mismo, no hace falta que se busque fuera», por lo que insiste en hay que intentar buscar los «momentos buenos con una conciencia plena, pero nunca pensando en que esto se queda aquí perenne». En este sentido, Savin advierte de que uno de los problemas de la sociedad actual es que «nos quieren hacer creer que lo normal, natural y sano es ser feliz y no, lo normal es tener ratos felices en una vida más bien preocupada». «No te preocupes por lo que hacen o piensan otros», recomiendan los autores del libro, quienes creen que es muy normal no tomar decisiones en virtud de lo que van a interpretar los demás en lugar de por lo que va a sentir uno mismo.

Y creen que eso tiene mucho que ver con los «oficios de primera que nos han vendido». «¿Por qué es mejor un arquitecto que un albañil, si el arquitecto te sabe hacer una casa y un albañil te la sabe dibujar? o ¿un psicólogo que un farero?, se pregunta Savin.

LOS PSICOFÁRMACOS NECESARIOS

Opinan los expertos que «tenemos un estilo de vida que no es coherente con nuestros valores y lo estamos ahogando en pastillas», aunque reconocen que los psicofarmacos son necesarios para estabilizar niveles de ansiedad o depresión muy altos. «El fármaco tiene que ser lo que me permita conseguir la estabilidad que luego me lleve al trabajo del psicólogo», al que Javier Savin recomienda visitar ante dificultades que provocan síntomas como tristeza, insomnio o estrés.

Por su parte, Piñol, que valora que los problemas en salud mental que ha provocado la pandemia de covid hayan ayudado a normalizar que se va a los psicólogos «para estar bien», cree que hay un exceso de sobre diagnósticos y sobre medicación.

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