Diario de León

Dani Carrasco, el cantante gitano evangélico de Armunia que se hace internacional: «Canto solo a Dios»

Empezó de niño en el coro de la iglesia evangélica de Filadelfia de Armunia y tras grabar más de veinte singles y posicionarse en el top de los cantantes evangélicos. Es finalista de los premios de los canales cristianos y el último fichaje de Montesanto.

León

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La iglesia evangélica llevó a la música al culto de Armunia, y con ella a la comunidad gitana, y ahora es una de sus voces la que expande en los ‘templos’ a través de las redes sociales las alabanzas a Dios. Dani Carrasco es la estrella leonesa del cante evangélico que se ha forjado en el culto de Armunia y el primero que da el salto al panorama internacional. 

Este joven de 34 años, casado y con tres hijos e hijo de un pastor evangélico, empezó a despuntar de niño. «Me decían que a lo mejor la escuela no se me iba dar bien, pero que cantar sí». Carrasco tiene la peculiaridad de que solo canta a Dios. Esto que, puede parecer raro para quienes son ajenos a la comunidad evangélica de Filadelfia, es lo normal entre los gitanos y otros colectivos, sobre todo en Latinoamérica, que profesan esta fe.

No hay ninguna canción de su repertorio que se salga del canon. «Lo que yo tengo en mi garganta es un don que Dios ha depositado en mí y que no merezco. Y la única manera de agradecerlo es cantarle a él», asegura este joven de Armunia.

Dani Carrasco en el barrio de Armunia, donde reside. DL

Dani Carrasco en el barrio de Armunia, donde reside. DL

Su virtuosismo con  las alabanzas y su disposición «para ir a donde le llamen», como dice el Pastor de la Juvetud, Enrique Díaz, Gato, le han dado a conocer en las iglesias evangélicas de España, Francia y Portugal. Además, ha grabado una veintena de singles y la pandemia se convirtió en una oportunidad para derramar su voz por las redes sociales.

Autodidacta, sin formación académica en canto, Dani Carrasco compone y ensaya sus alabanzas en el estudio que ha habilitado en casa. Desde este humilde rincón de Armunia  ha llegado a entrar en el top de los cantantes evangélicos hasta alcanzar el puesto 9 con el vídeo de su canción Santo es el que vive, que ha recibido más de un millón de visitas en su You Tube (@DANICARRASCO). 

 Esta ‘alabanza’ ha sido como una bendición para Carrasco. Con ella se ha convertido en «el primer cantante evangélico gitano que canta con un grupo internacional». El tema se ha posicionado como tendencia mundial fuera de los círculos estrictamente cristianos, lo que da agranda la difusión de la cultura musical evangélica fuera de sus círculos habituales. Este hito lo ha marcado el cantante evag con su primera colaboración, el pasado 9 de junio, con el grupo venozolano afincado en Miami Montesanto gracias precisamente al éxito de Santo es que el vive. 

En su gira por Europa el grupo recaló en Bilbao y allí fue citado el leonés para grabar el vídeo con la canción. Una experiencia inolvidable para el joven cantante evangélico que ha visto multiplicar sus seguidores en las redes sociales y con ello la oportunidad de expandir su servicio a la causa evangélica a través de la música.

«No busqué hacerme viral, fue un amigo el que me puso el vídeo. Pero estoy contento de que Dios haya utilizado a una persona humilde como yo para cumplir su misión», subraya.

Aunque procede de la venta ambulante, como muchos de sus convecinos de Armunia del pueblo gitano, el canto de las alabanzas se ha convertido en el centro de su vida. Con el apoyo de su esposa, Yoana, que mantiene el puesto en los mercados, se dedica en cuerpo y alma a la música.

Gracias a la música
Ha marcado su vida hasta el punto de que conoció a su mujer en Asturias cantando alabanzas

Entre 2014 y 2016 lanzó sus discos Dani Carrasco acústico y Dani Carrasco una vida nueva y a partir de 2018 ha publicado una veintena de singles en solitario. Los temas que más destaca son El amor de mi vida y el que le ha lanzado a la fama internacional, Santo es el que vive.

«Me han propuesto firmar con discográficas o ir a programas como La Voz y Dueto, pero nunca he querido. Siempre Dios ha aparecido en mi vida cuando yo le he necesitado y quiero darle mi voz», apunta el cantante evangélico. 

Dani Carrasco forma parte del coro Gópsel Flamenco de la iglesia evangélica de Armunia que, por segundo año consecutivo, actúa en un espacio público y abierto de la capital dentro del programa de fiestas de San Juan. «La gente, incluso los no creyentes, vibra con nuestras alabanzas», asegura. «Hay algo que llega a través de la alabanza que no nos deja levatarnos», le dicen muchas personas. «Transmite amor y paz», apostilla.

El joven cree que hay un poder sanador en la música y, en particular en las alabanzas. Algo invisible, pero que se siente. Como dice una de sus canciones: «Mis ojos no te ven pero mi corazón te siente». Un poder que alcanza al alma y al ánimo: «He visto a personas salir de la depresión», dice este joven que ha sido seleccionado como finalista de mejor artista internacional cristiano en el Pryce Factor Award. En el mes de septiembre, en Atlanta, se celebra la final. No tiene prisa porque «los tiempos son de Dios». «He pasado por circunstancias que he pensado que eran desiertos y luego han llegado las cosas», añade. 

 La música ha marcado su vida de tal manera que está en el origen de la familia que ha formado. «A mi mujer, Yoana, la conocí cantando en Asturias. Ella tenía 16 años y yo 17. Nos casamos con 18 y 19», comenta. Su hijo mayor, al que todo el mundo conoce por Carrasco, tiene 14 años; el mediano, 9 y juega en la Cultural (pasa al equipo de alevines la próxima temporada) y Rocío, de cuatro, es la niña de sus ojos. La tradición continúa porque su hijo mayor ya está empezando cantar y

«No he recibido clases de canto. Ojalá las hubiera tenido, porque muchas veces me quedo afónico», comenta.  Dani Carrasco señala que el espíritu de la iglesia evangélica es abierto. «Nuestra iglesia es abierta para todo el mundo, no solo para los gitanos. Es una fe de vida», apostilla.

«Mis padres están orgullosos. Soy el único chico entre cuatro hermanas y gracias a Dios y a la educación que me han dado, mi padre nunca ha tenido miedo de que llegue a las dos de la mañana cuando me he quedado ensayando con los amigos», señala.

La influencia que la iglesia evangélica de Filadelfia ha tenido en Armunia ha cambiado la percepción «de un barrio que tenía mala fama porque ahora el 80 o el 90% acuden a la iglesia y hay un grupo de juventud impresionante y más de 60 niños y niñas», En la iglesia ya no solo se canta, se ha introducido la danza. «Armunia está bendecida por Dios», asegura. 

La semilla que han sembrado en estas últimas décadas de puertas para adentro del culto, tiene ahora sus frutos de puertas para fuera con el eco de una sociedad digital que está rompiendo moldes y quiere romper los prejuicios hacia el pueblo gitano.

«No se le sube a la cabeza»

«Es un chaval, noble, sencillo y siempre a disposición». Así define a Dani Carrasco su líder y pastor de juventud, Enrique Díaz ‘Gato’. Este mediador social de la comunidad gitana que trabaja para el Ayuntamiento de León es una de las personas referentes en la vida y en la dedicación musical de Dani Carrasco.

«Pertenece a una familia cristiana evangélica y desde niño despuntaba con la alabanza y la música. Tenía algo diferente a los demás niños», apunta. Gato pondera las cualidades musicales de este chico sin formación académica para el canto que, sin embargo, «tiene música en la forma de cantar y sabe guardar ritmos y pasos».

Conocido y reconocido en los círculos evangélicos, el líder gitano valora el salto al público general a través de las redes sociales y su candidatura a los premios de los canales cristianos de You Tube. En Instagram su cuenta es @DANI_CARRASCO_OFICIAL y también está presente en Tik Tok y Spotify.

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