PEDIATRÍA
Solo una hora de pantallas
Los pediatras actualizan sus recomendaciones sobre el uso de dispositivos y fijan 60 minutos para menores de 12 años mientras que aconsejan cero minutos para peques

El uso de móviles por niños está en debate. JESÚS F. SALVADORES
Los pediatras españoles publicarán en próximos días una actualización de su guía de los riesgos por el abuso de móviles y tabletas durante la infancia y la adolescencia. Endurecerán de forma significativa sus recomendaciones porque los últimos estudios científicos demuestran aún con mayor claridad los serios daños a la salud que provocan estos excesos a los menores.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) eleva la recomendación de cero pantallas digitales de los dos a los seis años y aconseja que el tiempo máximo diario de uso de estos dispositivos no supere la hora hasta los 12 años y que de los 13 a los 16 años los adolescentes no lleguen a las dos horas de conexión, incluyendo el tiempo de uso escolar y el de hacer los deberes.
No son recomendaciones gratuitas sino las conclusiones de las últimas investigaciones, que demuestran que el abuso de estos dispositivos a edades tempranas eleva las posibilidades de padecer una larga lista de daños a la salud, entre las que están los déficit cerebrales, el insomnio, el sobrepeso, el sedentarismo, la miopía o el aumento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y diabetes. Algunas de estas recomendaciones fueron anticipadas el martes por el informe realizado para el Gobierno por un comité de 50 expertos, del que también forma parte la AEP, pero la guía es bastante más detallada.
Los pediatras empiezan por aclarar que en los primeros años de vida «no hay tiempo seguro» de uso de pantallas. Su consejo es «cero pantallas» hasta los seis años, con la excepción de que, ocasionalmente y por poco tiempo, el aparato se use bajo el control de un adulto para saludar a un allegado o para que le cuente un cuento o le cante una canción.
En la franja de los siete a los doce años se recomienda que no superen la hora diaria frente a pantallas (incluidos todos los usos) y que se limiten al máximo los dispositivos con acceso a internet, que deberían operarse bajo la supervisión de un adulto, con aparatos fijos, pactando de forma previa los tiempos máximos y los contenidos y evitando el uso en baños y dormitorios.
Los especialistas creen que el ocio a estas edades debe acapararlo el deporte, las relaciones cara a cara con los amigos y el fomento de sueño y alimentación sanas y el contacto con la naturaleza.
Para los adolescentes de 13 a 16 años se recomienda que si se les da un móvil sea analógico y que si se les permite el acceso a internet sea con todas las herramientas de control parental activadas. Su consejo, no obstante, es que retrasen al máximo la edad del primer «smartphone».