RECLAMACIÓN
La conciliación imposible de una profesora de León
El Procurador del Común pide a Educación «empatía y sensibilidad social» para adaptar el horario a una docente madre de una niña con autismo severo
Conciliar conjuga mal con la vida de las mujeres en general. En el caso de Virginia Sáenz de Miera no podía ser peor. Esta profesora del Centro Integrado de Formación Profesional Ciudad de León lleva un curso de cabeza con el enrevesado horario que le asignaron en septiembre, tras dejar la jefatura de estudios.
Un día como el miércoles tiene el horario de entrada a las 8.30 horas de la mañana y desde las 9.25 hasta las 11.40 tiene un enorme hueco libre. Al centro, primero, y a la Dirección Provincial de Educación, después, ha pedido que su horario se adapte a las necesidades especiales de conciliación que tiene con su hija menor, María. Lunes, miércoles y jueves inicia su jornada lectiva a las 8.30 horas. Se siente discriminada porque «existen horarios en el centro que permiten la conciliación y otros en los que parece se «persigue» ser madre de una menor con necesidades educativas especiales».
Virginia tiene cuatro hijos, tres menores y la más pequeña con una discapacidad reconocida del 75% y un grado de dependencia tres por un trastorno severo del espectro autista. María, de ocho años, está escolarizada en el centro de educación especial Paz Peña específico para menores con autismo. «Entra a las diez y no tiene madrugadores», explica Virginia Sáenz de Miera, que es profesora de Comercio. Su principal necesidad es poder atender a su hija en las primeras horas de la mañana hasta que entra en el colegio, lo que supone no tener clase de 8.30 a 10.10.
«La necesidad de conciliación de vida laboral y familiar se resolvería flexibilizando el horario en las dos primeras horas, dada la dificultad existente para atender a la menor antes de ir al colegio», aclara. El 12 de septiembre presentó un escrito en la Dirección Provincial de Educación. Al no solventarse la situación se dirigió el 31 de octubre a la Dirección General de Recursos Humanos de la Consejería de Educación.
Virginia Sáenz de Miera apela al espíritu de la Ley 1/2007, de 7 de marzo, de Medidas de Apoyo a las Familias de la Comunidad de Castilla y León, que en su artículo 5 determina que «la Administración de la Comunidad establecerá en todos sus centros y servicios medidas para facilitar la conciliación de la vida personal, familiar y laboral de los empleados públicos con responsabilidades familiares, compatibles con el correcto desarrollo del servicio».
La respuesta de la Junta es que «la docente no alegó en el momento de la petición, o con anterioridad al mismo, ninguna causa personal que le impidiera realizar su actividad laboral en el turno diurno elegido por ella». «Esta situación es de sobra conocida por la Dirección del centro al llevar más de 7 años con destino definitivo en el mismo y haber sido jefe de estudios adjunto el curso pasado», rebate la afectada.
Respecto a la petición para que garantice la legalidad en la elaboración de horarios, con un rango de horas lectivas de 17 horas, ya que por encima solo deben ponerse con carácter excepcional, la Junta señala que la profesora, como es habitual, será compensada en el tercer trimestre durante el periodo de prácticas del alumnado.
La profesora decidió acudir al Procurador del Común, al que la Consejería de Educación ha respondido que «la adjudicación de la carga docente a la profesora se realizó teniendo en cuenta que ocupaba el tercer lugar en la rueda de petición», de acuerdo con el sistema de preferencias horarias que hay en los centros educativos. Tomás Quintana reconoce que el centro no ha vulnerado la ley en este sentido, si bien apunta que «la situación expuesta por D.ª M.V.S.J. exige actuar con empatía y sensibilidad social conforme a las exigencias de la buena administración, y según el Decálogo surgido de las XXXVII Jornadas de Coordinación de Defensorías del Pueblo».
Tomás Quintana, en su resolución del pasado 27 de diciembre, sugiere que se valore ofrecer a la docente un horario vespertino, aunque esta solución «no es la que necesito porque precisamente por la tarde necesito dedicarme a mi hija». Además de María, Virginia tiene otra niña de 11 años y un adolescente de 17 años. Aunque está también el padre, «muchos días una persona sola no puede». María tiene episodios en los que se tira al suelo y es difícil de manejar por una sola persona.
La situación familiar fue uno de los motivos por los que dejó la jefatura de estudios, que le proporcionaba un horario más adaptado pero más responsabilidad. Por otro lado, la situación de María se ha complicado desde septiembre con crisis recurrentes y muchas noches de insomnio. «Hay días que voy a trabajar sin dormir, incluso pedía algún día de baja, pero necesito trabajar tanto económicamente como porque me gusta lo que hago y estoy en otro ambiente», comenta.
La profesora sigue su pelea con un recurso de reposición presentado el 25 de diciembre contra la resolución de Recursos Humanos. «Es una vulneración del derecho a la igualdad», recalca.
Educación no ve viable el cambio
La Dirección Provincial de Educación conoce el caso de Virginia Sáenz de Miera y no se aparta de las decisiones adoptadas por el centro y por la inspección educativa, a la que también recurrió la docente para intentar que se adaptara su horario lectivo a sus necesidades de conciliación. A través de la Delegación Territorial de la Junta, ha respodido a este periódico que se intentó dar respuesta a la petición de la profesora, pero no fue posible ya que implica la modificación de franjas lectivas de módulos que condicionan no sólo su horario, sino la estructura del centro. El principal motivo que alega es que la profesora no solicitó el horario en el momento en que se configura y que tampoco parece estar interesada en el horario vespertino.
Respecto a la resolución del Procurador del Común, reconoce que no es que le dé la razón, sino que sea sensible a su circunstancia ofertándole la posibilidad de impartir docencia en el vespertino, pero que esta opción no ha sido solicitada por la profesorado.
También incide la dirección provincial en que el Procurador del Común recuerda que es potestativo del profesorado el acumular la docencia de las FCT pudiendo ir a 25 horas en el primer trimestre. Virginia Sáenz de Miera achaca la situación que está viviendo al «regalo que me dejaron» al dejar la jefatura de estudios.