Regreso a la Tierra

Jennifer García Carrizo en la MDRS, portando las alas doradas, insignia otorgada como astronauta análoga.
Hoy esta experiencia termina. Nos despertamos con un sabor agridulce: nos despedimos de Marte y ponemos rumbo a la Tierra, donde tenemos ganas de ver a nuestros familiares y seres queridos, a los que inevitablemente hemos echado de menos. Nos levantamos y rompemos simulación, lo que quiere decir que, entre otras cosas, podemos salir a caminar libremente por el exterior sin el pesado traje. Sin él todo es mucho más fácil y rápido, pero la magia de estar en el Planeta Rojo se pierde. Hoy toca recoger todo y dejar lista la base de investigación para la siguiente tripulación. Somos 7 y nos repartimos las tareas, pero aun así dejarlo todo impoluto y recoger el equipaje de todas lleva un tiempo. Cuando por fin terminamos, cargamos el coche con nuestras maletas y salimos de la estación. Es extraño, seguimos estando en medio del desierto y nos lleva un tiempo alcanzar el primer pueblo, Hanksville. Ver los primeros rastros humanos y de civilización se nos hace extraño. Incluso los caminos asfaltados, los coches y las señales se nos antojan lejanos. Ha sido una experiencia inolvidable que aún tengo que asimilar. Siento que no he tenido ni un segundo libre para pensar y reflexionar, pero ahora tengo un largo vuelo de vuelta a España. Quizás entonces pueda terminar de comprender y ordenar bien esta experiencia en mi cabeza. ¡Nos vemos pronto, León!