PROGRAMA
Una casa para volar
Amidown consigue alquilar un piso para poner en marcha el proyecto piloto de vida independiente y habiliades sociales

Las personas participantes se reparten las tareas.
Por fin Amidown ha conseguido alquilar un piso para preparar a las personas con síndrome de Down para una vida independiente. La asociación llevaba varios meses intentando materializar el proyecto «Vida Independiente» para dar respuesta a la necesidad de las personas participantes de ganar autonomía tanto dentro cómo fuera de su vivienda familiar. De lunes a viernes la vivienda estará ocupada por grupos reducidos de usuarios que aprenderán a realizar las tareas domésticas, distribuirse los trabajos, hacer la lista de la compra y prepara la comida, entre otras habilidades. El proyecto que se inició como experiencia piloto en un apartahotel, al no conseguir la asociación el alquiler de una vivienda, continúa ahora durante al menos seis meses, pero con la vocación de lograr, en un futuro, que las personas con síndrome de Down o discapacidad intelectual afín, trabajen la autonomía y autodeterminación a través de actividades en diferentes áreas cómo la vida independiente, ocio en la comunidad y formación práctica en empresas. «Este es el objetivo que tenemos a corto plazo, pero para que también a largo plazo puedan llevar una vida independiente en un piso tutelado», explica Ángela Álvarez, responsable de administración y recursos humanos de Amidown.
Por el piso pasan las 78 personas usuarias de Amidown, ocho cada día de lunes a viernes en horario de mañana y tarde. El objetivo es que cada uno de ellos participe en un taller a la semana tanto de autonomía personal como de gestión de habilidades.
«Las personas con síndrome de Down y discapacidad intelectual han vivido bajo un absoluto proteccionismo más propio de modelos asistenciales de atención y alejado de la concepción actual de la discapacidad intelectual. Ese proteccionismo poco a poco va dejando espacio a la autodeterminación y autonomía de las personas con síndrome de Down, por este motivo las asociaciones debemos crear o transformar proyectos existentes», dicen desde la asociación en León.
El proyecto cuenta con la financiación del Ecyl contrataciones, para la contratación de la persona que acompaña a los participantes en los talleres, y de la Fundación Alimerka, que sufraga parte del alquiler de piso y otros gastos. El resto se sufraga con fondos propios de Amidown.
El proteccionismo inicial, tanto por parte de las familias como de la sociedad, deja paso poco a poco a la autodeterminación y la autonomía de las personas con síndrome de Down, «por este motivo, las asociaciones debemos crear o transformar proyectos existentes. Las familias tienen un papel fundamental, pero en ocasiones, no siempre, pueden presentar cierta resistencia al cambio ante novedades en las que pierden control o supervisión en beneficio de la autonomía de la persona con síndrome de Down. En ese momento entramos las asociaciones a facilitar ese cambio en la mentalidad de las familias, a través de proyectos en los que la persona alcance cotas más altas de autonomía pero ofreciendo a las familias seguridad y confianza». Lo que aprenden lo ponen en práctica en sus casas.
Envejecimiento
El programa se suma a otros proyectos, como la atención al envejecimiento activo. «La caída del proceso cognitico es brutal en las personas con síndrome de Down cuando envejecen y por si esto se produce tenemos a una psicóloga con un programa neuronal que nos daría la voz de alerta si nota algún cambio». Las medidas de prevención pasan por mantenerse activos, practicar algún deporte y pilates, actividades que organiza la asociación para las personas a las que atiende. «Por este motivo el proyecto presentado es especialmente necesario".