El Congreso interroga al Pentágono sobre abusos sexuales en el ejército

La marine Sally Fictum fue violada a los 19 años por un compañero que, como era de esperar, negó los cargos y aseguró que fue una relación consentida. En lugar de investigar al presunto violador, sus superiores investigaron a la víctima, a la que acusaron de mentir. Casos como éste han desatado una investigación en el Congreso, donde el miércoles se interrogó a los jefes del Pentágono para averiguar qué grado de responsabilidad tiene el Ejército en estos abusos. «¿Cuántas vidas más de chicas jóvenes tienen que ser arruinadas para que los militares nos escuchen?», se preguntó la chica entre sollozos cuando la entrevistó el diario The Denver Post . El violador confesó Su violador, el marine Joseph Holguin, acabó confesando tras fallar tres veces la prueba del polígrafo y entrar en múltiples contradicciones, pero aún así su comandante retiró arbitrariamente los cargos contra él, sin necesidad de ir a juicio, utilizando los poderes discrecionales que le otorga la ley marcial. Fictum abandonó el cuerpo tras un fallido intento de suicidio. Su caso, ocurrido en 1993, salió a la luz el mes pasado, cuando el periódico de Colorado publicó el resultado de una investigación que había durando nueve meses. En ella se reflejaba que los abusos sexuales dentro del Ejército no sólo habían sido tolerados y encubiertos por los mandos, que se encargaron de castigar y humillar a las víctimas que se atrevieron a denunciarlo, sino que aumentaron significativamente durante la pasada guerra de Irak.