Nervios artificiales a base de polímeros sintéticos biodegradables

Las células del sistema nervioso en los seres vivos adultos adquieren un nivel de especialización tan elevado que, a costa de ello, pierden su capacidad de multiplicación después del nacimiento (aunque hoy se sabe que ciertas células de este tejido sí pueden tener una cierta multiplicación celular). Esto hace que cuando se produce un accidente y el traumatismo secciona la continuidad de las estructuras nerviosas (médula o nervios), la corriente nerviosa descendente (motora) o la ascendente (sensible) se ve interrumpida, provocando una parálisis e insensibilidad, y ya no se pueda recuperar como en el caso de otros tejidos en los que sí se regeneran de nuevo por multiplicación de sus células (por ejemplo, una herida en la piel). Recientes investigaciones neurológicas pueden mejorar enormemente las posibilidades de recuperación de los pacientes tras accidentes que afecten a su sistema nervioso, algo que ha recibido un importante impulso con la inauguración de un nuevo laboratorio en el que un equipo de cirujanos y neurólogos dirigido por el profesor Giorgio Terenghi va a centrarse en investigar el desarrollo de nervios artificiales hechos de polímeros sintéticos biodegradables. Esa especie de funda de polímero se puede enrollar alrededor de un nervio afectado para unir sus extremos sin tener que coserlos. Al mismo tiempo, la funda sirve de guía para la reconstrucción del nervio. Esta técnica va a producir una mejor recuperación sensorial y motriz de los pacientes. En el hospital Wythenshawe de Manchester se van a iniciar las pruebas clínicas del nuevo método con pacientes voluntarios a los que operará el profesor McGrouther, para establecer las posibilidades reales de aplicar la nueva investigación a la práctica clínica. Este centro ha sido pionero mundial en técnicas como el transplante de dedos, el estudio de las reacciones inmunológicas al transplante de órganos y tejidos y en otras que han mejorado notablemente el transplante de córnea.