Diario de León

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Dos nuevos gigantes en León

El artesano Raúl Mostera trabaja en la construcción en cartón de la Pícara Justina y San Froilán, dos personajes más que recorrerán los barrios en San Juan y San Pedro

Proceso de restauración de La Tarasca

Proceso de restauración de La Tarasca

Publicado por
Carmen Tapia - león
León

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Es una pareja imposible. Un desfile de lujo. Sólo una tradición como la de los Gigantes y Cabezudos se ha atrevido a convertir a un santo patrón, San Froilán, en compañero de derecho de la desvergonzada Pícara Justina. Y como de otro modo no era posible está unión, el Ayuntamiento ha optado por estos dos personajes para aumentar el patrimonio de cartón fallero que formarán parte de la tradición popular desde el 23 de junio, día en que serán presentados en sociedad tras el pregón, y paseados por todos los barrios de León. En el taller Artimaña, en Puebla de Sanabria, el artesano Raúl Mostera moldea con cariño las figuras. «Los gigantes y cabezudos deberían tener la misma protección que las vidrieras de la Catedral. Forman parte de la historia, es donde se miran las generaciones», argumenta este profesional que lamenta el poco cuidado con el que los pueblos miman este patrimonio, relacionado directamente con la historia y la tradición popular. «Ahora que se habla tanto de estatutos y nacionalidades, hay que recordar que sólo hay una tradición común a todos los pueblos y esa es la de los Gigantes y Cabezudos». El santo obispo paseará su espectacular grandeza por encima de la vivaracha mujer. Él medirá cinco metros; ella 4.40. Él competirá en altura por su gran tiara y sus laboriosos ropajes de pasamanería y pedrería falsa. Ella atraerá la atención con sus vistosos coloridos estampados, su corpiño rojo y su gran trenzado en la cabeza. Pero los dos son pesos pesados. Ninguno bajará de los 30 kilos. Restauraciones La Tarasca también lucirá remozada. Raúl, el artesano de Artimaña, que lleva 20 años construyendo muñecos, se ha quedado impresionado con esta figura e insiste en la necesidad de que se les dé un mejor trato. «Es importante conservarlos en un lugar adecuado, sin polvo ni humedad. Lo que se rompe se puede arreglar, pero lo que se pierde no se recupera», se lamenta. La Concejalía de Fiestas ha destinado este año una partida para el mantenimiento de los muñecos. Para la restauración del leonés y la leonesa, el moro y la mora y la Tarasca ha invertido 3.500 euros. San Froilán y la Pícara Justina costarán 9.000 euros. La intención de los responsables municipales es inculcar en los leoneses el cariño por este patrimonio y de la misma manera que los pendones tienen su propio equipo de simpatizantes y de conservación, esperan que aparezca entre la población un grupo de amigos de los Gigantes y Cabezudos, que se apasionen por esta costumbre y la conserven.

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