Sale a la luz un prolífico y secretopoeta de la ribera del Órbigo

La Universidad de León, a través del Secretariado de Publicaciones, ha editado El Manuscrito de Antonino García Álvarez , poeta de la Ribera del Órbigo, cuyo autor es el profesor Joaquín Serrano. El libro tiene un doble objetivo. Por una parte, edita por primera vez un Manuscrito de la primera mitad del siglo XIX, desconocido en el mundo de las letras, con más de quince mil versos, que pertenece al archivo de la parroquia de Quintanilla y Vega del Valle (de la diócesis de Astorga), en el Ayuntamiento de Benavides de Órbigo. Por otra, recoge un breve estudio sobre el autor, contenido y forma del manuscrito y sobre las circunstancias en las que esa literatura se desarrollaba. La parte fundamental y más extensa del libro es la edición del manuscrito, para dar a conocer estos miles de versos escritos a través de medio siglo. Las primeras composiciones son de 1811 y a partir de ahí, el autor elabora cantares casi todos los años. Son versos que pronto cautivan el interés del lector, no sólo por la ingenuidad y desnudez de ropajes ornamentales, sino por las continuas referencias a la realidad del momento: sea de ámbito nacional, como los abusos de las tropas napoleónicas, la desamortización, las epidemias de cólera, la coronación como reina de Isabel II, o los cambios de gobierno; sea de ámbito local, como la problemática de los pastores y de sus rebaños, las tormentas o sequías, las enfermedades o los fríos. Versos que en su conjunto dejan ver y hacen revivir las preocupaciones de las gentes sencillas de una región leonesa. Así, al interés que suscita esta literatura que nace y se desarrolla en pequeños pueblos, se unen otros intereses relacionados con la visión de los problemas nacionales y locales, con toda una radiografía del mundo rural y con el testimonio de la vida religioso-literaria en la primera mitad del siglo XIX. Estructura del texto El manuscrito contiene 15.464 versos, en 285 cantares, copiados en 160 hojas, sin guillotinar y de formato algo irregular. Las seis primeras están fechadas en 1754 y firmadas por Fr. Francisco de Jesús. Su contenido es exclusivamente religioso y canta a la Asunción de la Virgen y al Santísimo Sacramento. El resto, de la misma pluma y letra, escritas entre 1811 y 1857, obra de Antonino García Álvarez. La edición del manuscrito va precedida de un estudio que pretende servir de guía de la lectura de los cantares al recoger datos y explicaciones que ayudan a navegar por el «inmenso mar» de los más de quince mil versos: unas referencias sobre la obra y una pequeña biografía del autor; una visión global de los temas más sobresalientes (religioso, sociopolítico, antropología popular); un acercamiento a las circunstancias en las que se desarrollan estos versos y su relación, principalmente, con la literatura en torno a la Navidad; su relación en vida del autor y su pervivencia, después de su muerte, hasta 1944, en varios pueblos de la ribera del Órbigo. También se tocan los aspectos de forma, estructura, estilo, grafías y ortografía, así como algunas particularidades lingüísticas. La edición y estudio del manuscrito se complementan con unos Anexos (para entender referencias y explicaciones), con la bibliografía utilizada, con varios índices que presentan datos útiles para comprender el alcance de la obra estudiada, y con unas láminas significativas del estado actual del manuscrito. La publicación, además de poner a disposición de los lectores un nuevo «corpus» literario de gran utilidad, da a conocer a un nuevo autor del siglo XIX, Antonino García Álvarez, que sin grandes ambiciones estéticas, brillará por la abundancia de versos vaciados en discreto molde, con suficiente consistencia, con encomiable adaptación a recitadores y receptores, a la intención catequética y a la circunstancia espacio-temporal en la que esta literatura se desarrollaba. Breve reseña biográfica Antonino García Álvarez nació en Antoñán del Valle (León) el 10 de mayo de 1783, hijo de Pablo García y Francisca Álvarez, siendo el mayor de nueve hermanos. Se desconoce su biografía hasta los dieciséis años, edad en la que es localizado en el recién estrenado Seminario Conciliar de Astorga, matriculado en 2º de Filosofía o «Filosofía Moral». Al curso siguiente estudia 3º de Filosofía o «Física» y, en los siguientes, aparece matriculado en «Lugares Teológicos», «Teología Escolástica» y «Concilios y Moral». Fue ordenado sacerdote en 1808 «en la iglesia de las monjas de Santi Spiritus» de Astorga y a finales de ese mismo año ya firma partidas de bautismo en la parroquia de Quintanilla del Valle donde estará ininterrumpidamente hasta su muerte, en 1858. Por lo datos que presenta el Manuscrito, no es difícil darse cuenta de que Antonino García está muy pendiente de los vaivenes políticos de su siglo, algo esencial en las distintas etapas que se observan en su obra literaria: etapa inicial (1811-1817), década absolutista y euforia religiosa (1823-1833), «A peste, fame et bello, libera nos, Domine» (1833-1842), década moderada (1843-1852) y etapa final (1854-1857). Si Antonino García hizo más de quince mil versos durante medio siglo para ser recitados y cantados en una docena de pueblos de la ribera del Órbigo y, si esos versos, después de la muerte de su autor, se siguieron cantando durante casi otro siglo en varios pueblos de la zona, bien se puede hablar de la amplia resonancia de sus cantares en tiempo y espacio, y bien se puede llamar a su autor el poeta decimonónico de la ribera del Órbigo.