Suiza pierde la neutralidad

La Bodega Luzdivina Amigo parece que puede convertir el 2008 en su «annus mirabilis». La pequeña sociedad de Parandones (Villadecanes-Toral) consiguió el pasado lunes el reconocimiento de los mejores importadores y periodistas especializados suizos durante el «Día del Vino Español» organizado por la Embajada de España y el Instituto Español de Comercio en Zürich. Entre las veinte bodegas que acudieron esta vez al Klein & Fein 2008 sólo Luzdivina Amigo y Bodegas Adriá representaron a la Denominación de Origen Bierzo entre los seleccionados. Para la bodega, la experiencia ha supuesto un salto importantísimo de calidad en la promoción de sus mencías. «Nos ha sorprendido el interés que despierta la mencía en un país que consumo mucho vino de calidad», comenta el responsable técnico de la compañía, Miguel Ángel Amigo. De hecho, la oportunidad parece que se va a materializar de inmediato en la introducción en el mercado helvético de las principales etiquetas de Luzdivina; Viñademoya, Leiros y Balorio. Es la impresión del propio Amigo, que ha sido testigo de excepción de como los caldos de calidad de la comarca han quebrado por algunas horas la proverbial neutralidad suiza, un país que ya es de por sí uno de los mejores receptores de los vinos elaborados en el Bierzo en general. Pero la cosecha de buenas noticias para Luzdivina Amigos se acabó de cerrar con la difusión de las anheladas, por medio mundo, notas que otorga el maestro de gustos enológicos y conductor global de opiniones, Robert Parker, en su Wine Advocate. Parker, que ha encumbrado a algunos de los clásicos de la D.O. en su última lista, también se ha fijado en los productos que están sacando las bodegas más pequeñas del Bierzo. Tanto el Viñademoya Leiros como el Baloiro Barrica han conseguido una ponderación de 91 puntos sobre cien. Y el Viñademoya joven ha alcanzado los 90 puntos, una barrera que sitúa a todos los vinos del planeta en la consideración de más que notables para el consumo. Además, en el caso de Baloiro barrica, los 91 puntos resultan si cabe más apreciados por cuanto esta es la primera añada que sale al mercado. Los directivos de la bodega también están muy ufanos con la valoración del Viñademoya, inscrito entre los vinos sin madera con precios muy asequibles.