Viaje a las simas de la miseria

«Mi padre siempre recordaba con mucho afecto a las personas que había conocido en el curso de su viaje a la Cabrera; personas como don Manuel, el cura de Odollo, o doña Virgina, la maestra de Saceda, por la que sintió una gran admiración. Se habían convertido en personajes de su libro y también de su vida». Alonso, el hijo de Ramón Carnicer, explica así la importancia que para el escritor tuvo aquel viaje iniciático que realizó a una de las simas leonesas de la miseria en el verano de 1962. Esa larga caminata que Carnicer realizó siguiendo el curso del río -y que dio lugar a la obra Donde las Hurdes sellaman Cabrera - se recreará hoy con una exposición en la que se mostrarán las imágenes que el escritor capturó a lo largo de esas nueve jornadas. A la muestra, que tendrá lugar en Encinedo, seguirá la inauguración de una plaza en honor del autor de También murió Manceñido en Quintanilla de Losada. Alonso Carnicer recuerda también que el escritor reflejó lo que había visto con fidelidad y «sin cargar las tintas». «Al contrario, como muchas veces dijo, algunos personajes y situaciones que describió en el libro salían mejorados respecto de una realidad en algunos casos mucho peor», explica. Y es que la publicación del libro provocó una intensa campaña contra Ramón Carnicer. Hasta tal punto que fue interpretado como un ataque por algunas de las autoridades, como el gobierno civil, la diputación provincial y el obispado de Astorga. El hijo del novelista berciano recuerda que Donde las Hurdes se llaman Cabrera puso en peligro a algunos sectores que explotaban y se beneficiaban de la triste situación de muchos cabreireses a través de prácticas usureras. Por eso estas imágenes, la mayoría de ellas inéditas, nos trasladan a épocas que parecen sacadas de una máquina del tiempo. Sobre todo si se tiene en cuenta que, a pesar de lo que pudiera parecer, no pertenecen a los años en los que Buñuel realizó su película sobre las Hurdes sino a comienzos de los sesenta. Cada fotografía se expone junto a un texto que el comisario, Alonso Carnicer, ha extraído del ensayo. De esta manera, imágenes y textos guardan una relación muy estrecha y atestiguan el afán de mostrar la realidad sin adornos ni exageraciones. La exhibición -un tributo sentido a la memoria del escritor, fallecido el pasado 29 de diciembre-, son un reflejo de cómo Ramón Carnicer trató de mostrar «uno de los islotes de miseria y abandono frecuentes en la España de la época».