Diario de León

Diario de una aventura

Ruge el Bembouw

Nos espera el volcán con la lava más activa del mundo; desde el borde de su cráter se diría que hay un monstruo en su interior, pero allá vamos

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Seguimos acampados en la caldera de cenizas y lava de la isla de Ambrym, en el archipiélago de Vanuatu a 22.000 kilómetros de nuestra casa en León. Estamos a unos cuatro kilómetros del cráter Bembouw, y a seis kilómetros de los otros tres cráteres. El viento nos golpea sin piedad día y noche, arrastrando silicatos de lava que se meten en los ojos y te pasas el día arrancándolos. Nada aquí es compatible con la vida y los habitantes de estas islas nos dicen que si estamos más de una semana los dioses se enfadarán y nos enviarán enfermedades.

Hoy tenemos que enfrentarnos al cráter Bembouw, nuestro verdadero objetivo; queremos alcanzar su cima, en el mismo borde del cráter, el que tiene la lava más activa del mundo y el que más gases nocivos expulsa; además si las condiciones lo permiten queremos descender a su interior, ayudados de material de escalada; sí, una locura.

Caminamos hacia el norte y cuando termina la meseta de cenizas empiezan montículos que están hechos de cenizas acumuladas erupción tras erupción y vemos con claridad que algunas erupciones depositaron más de dos metros, otra medio metro, o un metro. Vemos también grandes piedras y pienso que si el volcán ha lanzado esto hasta aquí... Absorto en mis pensamientos sigo avanzando a ver si quito el miedo que tengo encima sólo de pensar que intentaremos meternos en el cráter, porque doy por hecho que hasta la cima del cráter no tendremos problemas.

El viento asciende muy rápido desde el mar hasta esta altitud en la que no hay ni un solo obstáculo, es un volcán de libro y el viento corre libre acelerándose a cada metro que asciende. Después llega a la caldera y se encuentra con el caos de gases venenosos y vapores ardiendo que salen de los cuatro cráteres. Al mezclarse se aceleran aún más, ya son como torbellinos, que al alcanzar las fuertes pendientes finales de los cráteres principales, el Marum y el Bembouw, siguen acelerándose hasta soplar a 100 kilómetros por hora y ráfagas aún superiores. Este es el escenario que nos encontramos en la cima del cráter Bembouw: vientos huracanados, gases por doquier y el interior del cráter que está colapsado de gases por lo que no vemos nada. ¡Es imposible intentar descender al interior!

Estamos asustados al mirar a este cráter; su tamaño es gigante, ruge como un dragón al removerse la lava a gran velocidad. No me extraña que hace unos 150 años todavía siguieran arrojando niños en los rituales que se hacían para aplacar la ira de estos volcanes que han matado a lo largo de la historia a mucha gente.

No sé si sentimos decepción o alegría al saber que hoy no nos podemos meter en su interior, no hay condiciones mínimas para la seguridad. Nos despedimos del Bembouw, hasta el día siguiente que sin duda lo volveremos a intentar, no somos de tirar la toalla fácilmente.

John nos dice que hoy están especialmente activos los volcanes, que no es normal esta actividad, especialmente la de los cráteres pequeños; es posible que se esté preparando una fuerte erupción como ocurrió el pasado enero, donde casi tienen que evacuar la isla.

Amigos mañana será otro día y sin duda intentaremos de nuevo alcanzar la cima de nuestro objetivo, nuestro Desafío Extremo, descender al fondo de unos de los cráteres más tóxicos y peligrosos del Planeta.

tracking