Diario de León

Un lugar para el encuentro

Las 94 familias leonesas integradas a la Asociación Celíaca de Castilla y León quieren abrir un local en León que les permita compartir información y les sirva de punto de apoyo

Publicado por
Carmen Tapia - león
León

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Las 94 familias de la provincia que están asociadas a la Acecale (Asociación Celíaca de Castilla y León) buscan sede en León. El objetivo de los afectados por esta enfermedad es abrir un local en la capital que sirva de punto de encuentro para reuniones, charlas e intercambio de información. Para ello reclaman la ayuda de las instituciones. La sede de León estaría vinculada a la regional, que sería la encargada de la tramitación burocrática. María Jesús Valbuena, vocal de la asociación en León, conoce como nadie las dificultades para llevar una vida normal con la alerta continua que supone vigilar los alimentos que consume su familia. Es madre de dos niños celíacos y tanto ella como su marido están genéticamente predispuestos a padecer la enfermedad, aunque, de momento, no tienen intolerancia al gluten. Un 80% prohibido Valbuena dice que los celíacos no pueden comer el 80% de los productos alimentarios que están a la venta en las tiendas. Sólo algunos comercios específicos ofrecen alimentos aptos para los celíacos, que además suponen un desembolso económico importante para sus economías. Sin ninguna ayuda oficial, los celíacos tienen, además, que enfrentarse al desconocimiento que de esta enfermedad hay en la sociedad. «En casa lo tenemos todo muy organizado para no cometer ningún error con los alimentos, pero cuando sales a la calle los peligros son múltiples. Tenemos que buscar restaurantes que estén concienciados con el problema, que sepan qué alimentos pueden comer nuestros hijos y cómo cocinarlos. No siempre es fácil hacer entender a un cocinero que no puede preparar los alimentos con el aceite que ha usado para hacer otros fritos, por ejemplo. Nos hemos encontrado lugares en los que nos han preguntado que de qué religión éramos que no nos permitían comer ciertos alimentos». Hacer que un niño celíaco viva en la normalidad tampoco es fácil para los padres. «Las excursiones, los campamentos, los cumpleaños, las meriendas con los amigos..... Para mí supone el doble de esfuerzo. Tengo que llevarles su comida preparada. Mis hijos han ido de campamento y yo tenía que madrugar, prepararles la misma comida que a los otros niños, pero con los productos adecuados, llevarla temprano, y vigilar que todo lo que comían era correcto». Valbuena pide a los afectados que se pongan en contacto con la asociación en León en el teléfono 987-570715.

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