Gallego se marca los retos del empleo y la fijación de población

Armando MEDINA | SANTA MARÍA

Alicia Gallego renovó ayer su cargo de alcaldesa de Santa María del Páramo después de que la UPL ganase con mayoría absoluta las pasadas elecciones municipales siendo la candidata que más apoyos de los vecinos ha conseguido en democracia. Los leonesitas lograron siete de los once concejales de la corporación. Dejan, así, atrás un mandato «duro» en minoría. En el pleno de investidura, Gallego fue la única que presentó su candidatura a la alcaldía obteniendo los votos favorables de la UPL y del PP. Sólo el edil del PSOE se abstuvo. Nadie votó en contra.

Gallego recordó que el pasado mandato fue «duro», pero a la vez «apasionante en cuanto a los retos que se nos presentaban a diario y los logros que conseguimos con trabajo, esfuerzo, horas de dedicación al servicio público, honradez y una postura reivindicativa a otras administraciones superiores como la Junta de Castilla y León y la Diputación de León». Algo que, subrayó, van a seguir haciéndolo, «porque queda mucho por hacer todavía».

Entre sus logros destacó la construcción y puesta en funcionamiento del centro de día, el arreglo del colegio, de la carretera de circunvalación, del centro médico, del bar de la estación de autobuses, de viviendas sociales en las casas de los maestros, la disminución de la presión fiscal con bajadas de impuestos como el IBI, el de vehículos, la tasa de escaparates o la venta de fincas del polígono industrial, entre otros. Subrayó que «nuestra gestión municipal, antes y ahora, se basa en políticas centradas en el bienestar de nuestros vecinos. Debemos dar solución a los problemas que les surgen en el día a día, así como sacar adelante nuestro proyecto de futuro».

Aseguró que la mayoría absoluta conseguida va a «hacer posible nuestro proyecto político», cuyos retos serán la «búsqueda del progreso, tanto con políticas de empleo, fijación de población, así como en materia económica, comercial, social, cultural y deportiva. Y buscar un desarrollo social cohesionado de la villa». En este sentido aseguró que «para nosotros es un imperativo moral el que los primeros beneficiados de nuestros esfuerzos públicos sean aquellos que menos tienen, así como los ciudadanos y colectivos en situaciones de riesgo o debilidad. Un pueblo rico debe ser sinónimo de un pueblo justo».

Prometió una gestión transparente, abierta y participativa y señaló los retos para estos cuatro años: ampliación del polígono industrial, construcción del camping municipal, promover suelo para familias, modificación de las normas urbanísticas, incentivos para empresas, puesta en funcionamiento de un Centro de Desarrollo Económico... «Todas ellas tienen como finalidad la fijación de población y la creación de empleo», afirmó.