León invierte 19 millones en alta tecnología sanitaria para evitar traslados de pacientes

El Hospital de León se está liberando de sus aparatos obsoletos de la mano de un plan de 19 M€ para incorporar alta tecnología a sus servicios. Una modernización que arrancó en 2020 y que además de permitir dar un salto cualitativo al complejo hospitalario gracias a la puesta en marcha de aparatos de vanguardia médica, aporta grandes ventajas para los pacientes al permitir luchar de forma más eficaz contra el cáncer, las dolencias cardiacas, cerebro-vasculares y las lesiones.

Las nuevas máquinas ven más, tardan menos, son más precisas y logran tratar a más enfermos. Pero sobre todo aportan al Hospital la capacidad de realizar determinadas pruebas y tratamientos que hasta ahora no existían y obligaban a derivar a los pacientes a otros centros de la Comunidad.

El Complejo Asistencial Universitario de León (Caule) encara este año con la entrada en funcionamiento de cuatro de estos grandes aparatos tecnológicos: El acelerador lineal donado por la Fundación Amancio Ortega que arranca en unas semanas, otro acelerador que llega en agosto, un PET-TC y una gammacámara de doble cabezal con TAC valorados en 9,5 millones. Toda la tecnología llega gracias a fondos privados, europeos y de la Junta.

El acelerador de la Fundación de 2,4 millones procede de América y se ubica en el búnker aledaño al servicio de Oncología Radioterápica , que comenzó a construirse en septiembre de 2021 y cuyas obras de 1,4 millones se entregaron el pasado verano. De modo que a comienzos de este 2023, medio millar de pacientes podrán comenzar a beneficiarse de un tratamiento contra sus tumores más certero y con menor tiempo de exposición a la radiación.

El jefe del servicio, José Reyes Rodríguez, destaca el número de microláminas que posee la máquina, que posibilitan cerrar más el campo de radiación para adaptarse a la forma y el espacio del tumor. El acelerador también habilita poder realizar una radioterapia guiada por superficie, que mejora la alineación del cuerpo con el haz de energía que dispara y con la seguridad de que si hubiera la mínima desviación, se para sola.

Las especiales características de este equipo de radioterapia requiere de largos periodos para su puesta en servicio, al tener que pasar por fases complejas de ajuste, validación y formación. Arrancar el nuevo acelerador permitirá ‘apagar’ una de las dos máquinas que funcionan ahora y cuya vida útil tras 14 años llega a su fin. Pero Oncología Rapioterápica sumará un nuevo aparato con fondos europeos en verano para tratamientos, sobre todo, de radioterapia estereotáxica craneal, que enfoca energía de alta potencia sobre un área pequeña del cuerpo. De modo que el servicio dispondrá de tres aceleradores lineales, dos de ellos de última generación.

El Hospital de León lleva tiempo decidido a poner en medio del tablero sanitario la tecnología para una atención más eficaz. Renovó ocho grandes aparatos de Radiología, Cardiología y Hemodinámica, además del mobiliario y los sistemas de climatización y mantenimiento con quince años de vida a sus espaldas. Ahora prosigue con máquinas de vanguardia. Atajar la obsolescencia es vital para reducir los tiempos de las pruebas e intervenciones y aportar más garantías a los enfermos. Tras la primera revolución que supuso el Anillo Radiológico hace seis años y el robot Da Vinci, de 1,8 millones (2018), en 2021 el Hospital comenzó a usar un TAC cardiológico que con un solo latido fotografía todo el corazón, renovó dos salas de rayos X, otra de hemodinámica y se compró una bomba extracorpórea y u angiógrafo digital.