Diario de León

Registro clínico «sin precedentes»

Big data para contar la radiación médica

El ingeniero Sergio García trabaja desde su casa en León en la plataforma que el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria preparada para poner en marcha un Banco de Dosis que recopile, unifique y monitorice la información sobre las intervenciones radiológicas, un macroproyecto adjudicado a Izertis que controlará la radiación médica de todas las comunidades.

El ingeniero informático Sergio García, durante las pruebas que realiza en León para el desarrollo de la plataforma nacional. FERNANDO OTERO

El ingeniero informático Sergio García, durante las pruebas que realiza en León para el desarrollo de la plataforma nacional. FERNANDO OTERO

León

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El sistema sanitario español se prepara para censar de manera unificada las exposiciones de radiación de los pacientes a lo largo de su vida. El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), a través del Centro Nacional de Dosimetría (CND) acaba de adjudicar a la compañía Izertis (con base en el Parque Científico Tecnológico de Gijón) el servicio de asesoramiento para el diseño técnico del Banco Nacional de Dosis a Paciente (BNDP). La empresa ganadora del concurso público liderará junto a General Electric Healthcare el despliegue informático necesario para poner en marcha este registro clínico «sin precedentes». El ingeniero informático Sergio García Prado trabaja desde León en la puesta en marcha de este macro proyecto que permitirá recopilar, unificar y monitorizar toda la información referente a intervenciones radiológicas de los pacientes.

Sergio García trabaja desde su casa de León para General Electric, el socio encargado de proporcionar la tecnología para el desarrollo y gestión de una herramienta digital que controlará el número y cantidad de dosis de radiación que reciben los pacientes. Inteligencia artificial y big data (o lo que es lo mismo, Machine Learning y Business Intelligence) para analizar los datos de las sesiones de radiación que cada paciente recibe a lo largo de su vida. «Estarán registrados todos los datos de rayos X, TAC, radiografía intervencionista, radiología convencional, mamografías o de cualquier otra prueba que genere radiación al paciente, como la nuclear. Para eso trabajamos con niveles de referencia», explica Sergio García Prado, que teletrabaja en este pionero banco de dosis nacional desde su casa en León, aunque en la plataforma digital están involucrados en conexión y al mismo tiempo ingenieros de varios puntos de España y Portugal y de otros países del mundo. El proceso estará terminado en cuatro meses y después saldrá a concurso la implementación del sistema para conectarse con todas las comunidades autónomas. Autonomías como Navarra o Andalucía ya han sacado a concurso el desarrollo de esta tecnología que permita la conexión con el banco nacional. Otras como Castilla y León tienen previsto sacar la licitación el próximo año. «Cada comunidad tiene sacar su licencia y desarrollar su proyecto para poner conectar los datos a esta plataforma que estamos desarrollando», destaca García Pardo.

La plataforma digital dispondrá de dos repositorios de datos de pacientes, uno con información procedente de las tarjetas sanitarias —en el futuro también se añadirán los de los pacientes de la sanidad privada— y otro con los datos anónimos que se utilizarán para las investigaciones de la comunidad científica «y que servirán para analizar tendencias». Se calcula que el gran volumen de datos con las dosis de los pacientes que se podrán almacenar en esta plataforma servirán para realizar 40 millones de estudios al año. «Una importante cantidad de datos que también podrán estar disponibles en un futuro para toda la comunidad científica internacional».

Sergio García trabaja en el cálculo con una simulación capaz de medir la cantidad de radiación que recibe cada órgano del cuerpo en tratamiento determinado. «Cuando se radia a un paciente no sólo recibe el impacto el órgano al que va dirigido, sino que también reciben radiación dispersa otros órganos y esa cantidad no va a ser igual en todos los pacientes sino que dependerá de otras muchas variables que la plataforma analizará».

Al 80% de los pacientes que entran por urgencias al hospital se les hace una prueba de imagen, pero las sociedades científicas estudian desde hace años las consecuencias de la sobreexposición a las radiaciones. Los radiólogos advierten que una tercera parte de las pruebas radiológicas no aportan información relevante y pueden evitarse.

El desarrollo de esta tecnología de inteligencia artificial que analiza los datos disponibles de cada paciente permite asegurar el seguimiento interterritorial de los índices de dosis, crear un registro longitudinal, un repositorio público normalizado de datos sin identificar (anónimos) abierto a la comunidad científica internacional, el desarrollo de una plataforma para análisis avanzado de datos y la integración de la información de las dosis en la historia clínica digital del paciente. La inteligencia artificial utilizará los datos a gran escala para analizar los niveles de referencia de la radiación y hará que salte una alarma cuando el paciente reciba más radiación de la que debería.

La puesta en marcha de este Banco de Dosis responde a una directiva europea que ya llega con retraso y que obligaba a los hospitales a registrar las dosis de radiación que reciben los pacientes a partir del 1 de enero de 2018,

Izertis ya ha entregado al Centro Nacional de Dosimetría la primera entrega de la documentación con los primeros resultados del desarrollo de la plataforma, a lo que seguirá una prueba de concepto. A las reuniones previas al desarrollo de la plataforma han asistido radiofísicos del Hospital de León y otros especialistas de la Comunidad.

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