Diario de León

Una leonesa es la voz de los tres millones de emigrantes españoles

Violeta Alonso Peláez es la primera mujer en presidir el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior. Es la voz de casi 3 millones de españoles en el mundo —54.450, leoneses— en este órgano asesor y consultivo adscrito al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social

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León

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Natural de León, Violeta Alonso Peláez es un caso prototípico de la «emigración escalonada» de los leoneses. Su padre, burgalés, y su madre, leonesa, se asentaron en Santander. Ella estudió en Asturias y luego se fue a trabajar a Madrid como ingeniera informática. Desde la capital de España y, con una niña recién nacida, emigró a Alemania en 2013, en plena crisis, por motivos laborales. «Los leoneses nos vamos poco a poco».

Se establece en Frankfurt, donde ofrecieron trabajo a su marido, y allí nació su segunda criatura, un niño, y recuperó su vida laboral. Violeta Alonso, que volvió a León este verano para visitar a su abuela, formó parte del grupo de españoles que resucitó en 2021 el Consejo de Residentes Españoles (CRE) y se convirtió en su presidenta.

Desde agosto de 2022 es la presidenta del Consejo General de Españoles en el Exterior. «Es la primera vez que se elige a una mujer para este puesto y la primera vez que la persona elegida no está adscrita a un partido político», asegura Violeta Alonso Peláez. Antes, el Gobierno de turno en España proponía a alguien afín.

La ‘tercera provincia’
«Queremos tener representación propia en el Parlamento español para y se oiga nuestra voz»

Uno de sus primeros objetivos es dar a conocer este organismo que, al igual que los consejos de residentes, «son muy desconocidos por la ciudadanía que vive en el exterior». Ella misma reconoce que se enteró de que había habido un consejo de residentes en Frankfurt «por casualidad».

«Hasta que no vives fuera no eres consciente de las problemáticas que se dan en el extranjero, tiendes a intentar solucionar las cosas personalmente o a través de asociaciones», explica. Los consejos de residentes dan la opción de canalizar estas problemáticas «de manera más institucional a través de la administración», precisa.

El Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior es el órgano que aglutina toda esta representación a nivel local o por países. Los cargos que asumen los españoles en el exterior no son remunerados. «Tenemos nuestro trabajo u ocupaciones y es una labor voluntaria. Pero siempre se pueden ver cambios y aunque sean pequeños, siempre es una satisfacción». Violeta Alonso Peláez vuelve periódicamente a León para visitar a su abuela.

En el CGCEE representa a los casi tres millones de personas inscritas, aunque son muchas más. Adscritas a León hay 54.450 personas según el padrón de residentes ausentes. La cifra real es mayor debido a que hay personas que no se inscriben y otras adjudicadas automáticamente a Madrid si no indican la provincia de procedencia.

Con y sin talento
«Coordinar y reforzar los planes de retorno es crucial para luchar contra la España vaciada»

«Queremos impulsar que la gente se inscriba porque ha aumentado la población española en el exterior y sin embargo los recursos consulares no sólo no están aumentando de manera proporcional, sino que de hecho están disminuyendo», subraya.

El número de españoles en el exterior que tiene que atender cada funcionario o funcionaria de los consulados «se ha multiplicado por cuatro en sitios como Frankfurt y es un problema generalizado, con más problemas en unos que en otros», agrega.

La ley de Memoria Democrática, que ha abierto una ventana para la nacionalidad a descendientes de personas exiliadas, «ha producido una avalancha de solicitudes en determinados países y aunque en algunos sitios se ha reforzado, no es suficiente porque hay un plazo».

Desde la Comisión de Derechos Civiles y Participación del consejo reclaman que no haya límites temporales para acceder a la nacionalidad para el colectivo de descendientes de españoles, que se otorgue a todas las personas descendientes de las mujeres españolas que no transmitían la nacionalidad antes de la Constitución de 1978 y que los jóvenes de 18 a 21 no pierdan la nacionalidad salvo que lo manifiesten expresamente.

Esta comisión, una de las cuatro en las que se organiza el consejo, también impulsa la creación de una circunscripción electoral propia para la población residente en el exterior con derecho a voto. «Somos la ‘tercera provincia’ por número de residentes y queremos tener nuestra propia representación en el Congreso y el Senado». Ahora mismo, «los votos del exterior se diluyen en provincias y no podemos llevar nuestra problemática con voz propia al Parlamento español», apunta. Ya hay precedentes similares en países como Francia e Italia, y a nivel autonómico, en España, «se planteó en campaña electoral en Asturias» por parte del candidato socialista y presidente reelegido Adrián Barbón. Así que esperan que la desarrolle en el actual mandato.

Violeta Alonso Peláez destaca la relevancia del voto del exterior aunque aún es minoritario. «En estas últimas elecciones hemos votado sólo un 10%; ha aumentado la participación respecto al voto rogado, que era del 5%, pero estamos muy lejos del 30% que votaba antes de instaurarse el voto rogado». Para mejorar la participación, el consejo promueve alternativas para abrir más centros de votación en condiciones de seguridad. La digitalización consular, que aliviaría la saturación actual en parte, y la homogeneización de los servicios que ofrecen los distintos consulados son otras de las reivindicaciones que plantea el CGCEE al Gobierno de España.

Para hacerse una idea de la amplitud de los temas que abarca este organismo, en el próximo pleno, que se celebrará en Asturias los días 6 y 7 noviembre, tiene en el orden del día más de 40 asuntos. La mayoría son de la Comisión de Derechos Civiles y Participación, pero hay otras tres áreas específicas. La Comisión de Asuntos Sociolaborales aborda temas como la asistencia sanitaria en España cuando se desplazan, prestaciones, atención a la discapacidad, viajes del Imserso o la problemática del personal en los consulados (salarios congelados, etc). La mejora de los planes de retorno, no sólo focalizados en el atracción del talento, y la coordinación con las autonomías son temas clave «para luchar contra la España vaciada».

«Hay personas que no tienen cualificación y también tienen derecho a retornar, y hay que facilitar también el retorno de familias y personas mayores», indica. La presidenta del CGCEE valora positivamente el plan de retorno de Castilla y León, si bien «el más avanzado es el de Galicia y otras comunidades no tienen nada».

La Comisión de Educación, Cultura y Deporte ha abordado la homologación de títulos españoles en el extranjero que se ha logrado hacer de manera telemática y resolver en seis meses o el acceso a la universidad para españoles que han cursado el bachillerato en el extranjero.

Las aulas de lengua y cultura españolas del Ministerio de Educación que dan clases gratuitas de español a hijos e hijas de españoles son otra preocupación porque «ha aumentado la demanda por la mayor emigración a países no hispanohablantes y el presupuesto lleva años congelado». «No se destina presupuesto a la ciudadanía en el exterior», lamenta esta leonesa que ha resistido una década en Frankfurt, una ciudad donde la complejida del idioma y la falta de sol hace que la mayoría de emigrantes españoles aguante tan solo un año o poco más.

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