Reportaje | c. fidalgo
Dos vinos frescos y fáciles de beber
Peique presenta en La Devesina de Ozuela su godello y su rosado
La Devesina de Ozuela, un lugar fresco y sombreado en los montes próximos a Ponferrada, y al atardecer de un día de calor, fue el lugar y el momento elegido por la bodega berciana Peique para presentar el pasado martes su apuesta para el verano; el blanco godello y el rosado, «dos vinos fáciles de beber», según insistió su creador, el enólogo Jorge Peique, presidente y director técnico de la empresa familiar con sede en Valtuille de Abajo.
Hosteleros, comerciantes, distribuidores y periodistas se dieron cita en el pueblo asentado sobre una ladera para asistir y saborear lo que Peique define como «un soplo de verano».
Se trata de dos vinos «muy sencillos, que llegan a todo el consumidor y que deben servirse fríos para apreciar todo su poder aromático y su maceración. «No buscamos complicaciones en el vino», resumió Jorge Peique antes de invitar a los presentes a comprobarlo.