Desalojada la familia para la que Stop-Desahucios pidió una prórroga

No hubo lugar a un tiempo extra. Pasadas las once de la mañana de este lunes la familia de María Pilar Antúnez (madre y cinco hijos) salía pacíficamente del que ha sido su domicilio los últimos años «con destino a una vivienda fuera de esta Comunidad Autónoma», poniento así, punto y final al litigio que mantenía con el propietario de esta vivienda de nueva construcción localizada en Cabañas Raras.

Integrantes del colectivo Stop-Desahucios intentaron negociar con el propietario una prórroga «para ayudar a realizar la mudanza», un acuerdo que nunca llegó a producirse al considerar el dueño de la vivienda, José Pérez, que «ya han tenido tiempo desde el mes de julio para hacerla», haciendo referencia a la fecha en la que en el último juicio se decretó el desalojo del inmueble.

Con esta orden judicial en mano, frente a la fachada de la vivienda ocupada hasta ayer por Pilar y sus cinco hijos, se desplegaron efectivos de la Guardia Civil y representes judiciales para hacer cumplir la sentencia.

Frente a estos, cinco activistas de Stop-Desahucios que intentaron hacerse fuertes en el portal del edificio para demandar unos minutos de margen para encontrar una salida negociada.

Finalmente, ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo la familia abandonaba el inmueble tras desalojar sus pertenencias en una docena de bultos. A continuación su propietario, acompañado por los representantes del juzgado, tomaba posesión de su vivienda.

De esta forma se saldaba una disputa entre arrendatario e inquilino en el que Stop-Desahucios ha mediado para conseguir una prórroga en el desalojo. Atrás ha quedado una historia personal de una familia con escasos recursos, —mis ingresos son 500 euros que me pasa mi ex marido— ha declarado, y por el otro el legítimo propietario de la vivienda que reclama impagos por más de 4.500 euros.