Torres-Dulce debate en Villafranca sobre cine y poder con Javier Moreno

CARLOS FIDALGO | PONFERRADA

Afuera llovía. La Calle del Agua no desmerecía su nombre. Dentro ardía un fuego de leña en la chimenea y sentados en dos sillones, con el vestíbulo del hotel abarrotado, un ex fiscal general del Estado enamorado de las películas de John Ford y el ex director de uno de los periódicos más influyentes del país hablaban de cine, del poder y de la prensa, a una hora en la que la mayor parte de la gente duerme.

Ocurrió en la madrugada de ayer en Villafranca del Bierzo y los protagonistas fueron Eduardo Torres-Dulce y Javier Moreno, invitados especiales para debatir sobre la película Ciudadano Kane en la cuarta edición del Festival Cinefranca; dedicado a la relaciones entre el poder y el dinero, y que durante todo el fin de semana hasta la matinal de hoy usará la pantalla del Teatro Gil y Carrasco para proyectar clásicos en versión original ante un público venido en buena parte de fuera del Bierzo.

A Eduardo Torres-Dulce, que tras su dimisión como fiscal general del Estado por sus desavenencias con el Gobierno en diciembre de 2014 volvió a su plaza de fiscal ante el Tribunal Constitucional, no le apetecía hablar más que de cine —es crítico en la revista Expansión y un rostro popular desde su paso por el programa de TVE Qué grande es el cine de José Luis Garci, para el que en 2012 firmó el guión de su película Holmes & Watson. Madrid Days— pero Javier Moreno, en la actualidad director editorial del grupo Prisa después de su etapa en El País, no dudó en hablar sobre la actualidad política al hilo de la película de Orson Welles. «El peligro para los medios de comunicación no reside hoy en personajes al estilo de Kane sino en la confluencia de intereses que hay en la estructura de propiedad de las empresas, que cada vez están dificultando más, junto con la crisis económica, el ejercicio de un periodismo necesario para el sostenimiento del sistema democrático», afirmó a este periódico minutos antes de la tertulia en el Hotel Las Doñas del Portazgo, que se celebró tras la proyección de la película en el Teatro Gil y Carrasco.

Moreno, director de El País entre mayo de 2006 y febrero de 2014, reconoció que la crisis del periodismo es más de contenidos que tecnológica y la prueba está en que echa de menos «un relato en profundidad» de las negociaciones para formar gobierno. «Lo único que venos es una reproducción de declaraciones sin hilar una explicación», se quejó.

Internet y la imprenta

Convencido de que España está abocada a unas nuevas elecciones, Moreno se preguntó si los periodistas estamos «en condiciones reales de ejercer el papel que hemos ejercido con anterioridad». Y aseguró que los periodistas, como los profesionales que se mueven en el mundo de la cultura, e incluso los políticos, gozan hoy de menos libertad que hace unos años. «Los espacios de libertad se están achicando y eso es lo preocupante», reflexionó. El periodismo, entiende, ha sido uno de esos «espacios de libertad restringida» que en lugar de ensancharse se están reduciendo. Moreno reiteró este argumento durante la tertulia y comparó las quejas por el retroceso cultural que estaría causando la expansión de las nuevas tecnologías y las redes sociales —todavía difícil de interpretar porque estamos en medio de los cambios— con la revolución de la imprenta, que popularizó la lectura de la Biblia y alumbró el protestantismo. La cultura, recordó Moreno, fue en otro tiempo mucho más minoritaria, propia de una élite formada, y hoy, los que otro tiempo sólo se preocupaban por «tener un plato caliente» cuentan con redes sociales «y el mando a distancia».

Crítico con la profesión, reconoció que «los periodistas estamos haciendo peor servicio a la sociedad», pero también los ciudadanos decepcionan «votando lo que han estado votando», dijo aludiendo a la corrupción en Valencia. «Nos creíamos que teníamos una democracia y lo que descubrimos es que no tenemos unos ciudadanos capaces de sostener una democracia», afirmó durante el debate.

Torres-Dulce sólo dejó de hablar de cine para lamentar el anonimato en las redes sociales, al hilo de la reflexión de Javier Moreno. Y preguntado por la actualidad política, respondió con ironía . «Se lo agradezco mucho, pero me he cortado la coleta, sin que vaya con segundas».