Diario de León

EL BIERZO ■ LA POLÉMICA

Las Médulas elude la prohibición de Borrenes con buses más cortos

El alcalde coloca la señal que limita el paso a vehículos de seis metros al mirador de Orellán

Primera furgoneta de viajeros del plan de movilidad Itermédulas que circuló ayer, a su vuelta del mirador de Orellán. L. DE LA MATA

Primera furgoneta de viajeros del plan de movilidad Itermédulas que circuló ayer, a su vuelta del mirador de Orellán. L. DE LA MATA

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León

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C. FIDALGO | PONFERRADA

La Fundación Las Médulas ha recurrido a sus vehículos de menor tamaño para continuar prestando el servicio de transporte colectivo hasta el aparcamiento del mirador de Orellán sin saltarse la señal que el Ayuntamiento de Borrenes instaló ayer en el comienzo de la carretera municipal limitando el paso de vehículos de más de seis metros de longitud. El servicio, optativo estos días, funcionó ayer con normalidad a lo largo del día sin que la nueva señalización, instalada minutos antes de las once de la mañana por dos operarios municipales bajo la supervisión del propio alcalde, Eduardo Prada, y el pedáneo de Orellán, José Ángel Rodríguez. Salvo los primeros días, en que subieron por la carretera del mirador autobuses más largos, la empresa que aporta los vehículos al plan de movilidad Itermédulas ha escogido a su parque móvil de menor tamaño para cubrir la ruta de Orellán, como ayer comprobó este periódico minutos después de la colocación de la señal y en presencia del alcalde, del pedáneo y de los operarios.

Faltaban unos minutos para las once de la mañana, momento de la salida del primer bus desde Carucedo, cuando los dos operarios municipales concluyeron la instalación de la polémica señal. «Dale para el talud un poco, no le hagas caso a ese nivel», les decía Eduardo Prada mientras dirigía la colocación, vestido, como ellos, con un chaleco verde fosforito. Minutos después, la primera furgoneta privada de una pareja de turistas franceses llegaba ante la señal y se detenía, por si acaso «¡Dale para adelante, sigue!», animaba el alcalde ante la indecisión del conductor. Y la furgoneta, de menos de seis metros de longitud continuaba su ruta hasta el mirador.

«La solución para Las Médulas no es el autobús, son más plazas de aparcamiento», aseguraba el pedáneo de Orellán mientras los dos turistas franceses dejaban atrás la señal. Y a su lado, Eduardo Prada respondía a preguntas de este periódico a las dudas que la colocación de la señal ha creado en la misma subdelegada del Gobierno en León. «La Subdelegación lo que debería estudiar es si es legal cortar la carretera en el cruce de Carucedo, que es la salida de Orellán, Las Médulas y Yeres», decía el alcalde, que ayer mantuvo el pulso con la Fundación Las Médulas y la Dirección General de Patrimonio de la Junta instalando la prometida señal.

Prada insistió en que los buses, cuando son obligatorios, perjudican a residentes no empadronados que no disponen de tarjeta de residentes, a clientes de los restaurantes que deben pagar los cinco euros, y además, su funcionamiento es «un caos» porque cuando van llenos no se detienen en la parada y obligan a los turistas a esperar «hasta una hora al sol» por el siguiente. Prada y Rodríguez insistió en que en su día estuvo previsto habilitar un aparcamiento de menos de 250 plazas en Orellán, pero se desestimó.

Y llegan las once y media de la mañana. Se acerca el primer bus del día desde Carucedo, y la furgoneta, aparentemente de menos de seis metros de longitud, pasa por delante del alcalde, del pedáneo, de los dos operarios y de la señal sin detenerse. Quizá porque es el primer servicio del día circula, eso sí, vacío.

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