Cien pendones para cien años

Miden hasta 13 metros de altura, pesan entre 15 y 35 kilogramos y bailar con ellos puede ser complicado si la calle es estrecha, si sopla el viento, o hay cables que interrumpan su paso. Ni los cables, ni las calles, y esperemos que ni el viento, impedirán que el próximo domingo, un centenar de pendones y pendonetas venidos de 95 pueblos de toda la provincia -la mitad del Bierzo- recorran las calles de Ponferrada para homenajear a la Virgen de la Encina en el centenario de su coronación. Será además, la primera vez que la imagen de La Morenica procesione por las calles del barrio de La Puebla en los últimos 25 años. Todo será excepcional el próximo domingo. O al menos así quieren que resulte la jornada los organizadores de la procesión, el Rectorado de la Basílica de La Encina, la Asociación de Pendones del Reino de León, y el propio Ayuntamiento de Ponferrada, que ha dispuesto un recorrido circular de cuatro kilómetros de longitud que abrirán los participantes en una concentración de Seat 600 y de motos, seguirá con los relevistas de la Antorcha del Centenario, que habrá recorrido 248 kilómetros por los pueblos del Bierzo, y continuará con pendones y pendonetas antes de que lo cierre la Virgen de La Encina. La comitiva, que traerá a Ponferrada a unas dos mil personas para hacerse cargo de los pendones procesionará desde la plaza de La Encina a la del Ayuntamiento, la calle Ancha y en la glorieta de La Carrasca girará por la calle General Vives para cruzar y el río y llegar a la avenida de La Puebla, tocar el centro de la ciudad en la glorieta de Lazúrtegui, y regresar al casco antiguo después de transitar por la avenida de Pérez Colino, el puente García Ojeda y la calle Gil y Carrasco, frente al castillo. Conociendo las rivalidades entre parroquias, saber cuál será el pendón más alto, o el más antiguo, será una tarea casi imposible, según reconoció ayer el presidente de la Asociación de Pendones del Reino de León, Bernardo José Gutiérrez, durante la presentación del desfile. Gutiérrez destacó la réplica del pendón de finales del siglo XVI, cuyo original se guarda en la iglesia de Cuadros, y varios pendones de entre diez y doce metros, algunos de ellos del Bierzo, donde la altura media solía ser de seis metros debido a la dificultad de manejarlos en pueblos de montaña, con calles estrechas y cuestas empinadas. También habrá alguna pendoneta de entre metro y medio y tres metros, manejadas en algunos casos por niños. No en vano, uno de los porteadores más jóvenes tendrá en torno a los tres años. Sentido religioso En toda la provincia se han catalogado unos 350 pendones, a pesar de que la Guerra Civil y el abandono acabaron con algunos de ellos, reconoció Gutiérrez. El rector de la Basílica de La Encina, Antolín de Cela, intervino para mostrar su satisfacción porque el desfile de pedones «no haya perdido el sentido religioso que siempre tuvieron». De Cela reconoció que «la identidad de los pueblos» se encuentra muchas veces en pendones cuya tradición se remonta a las enseñas medievales. Desde la Asociación de Pendones, también se asegura que en un pasado remoto tuvieron un origen céltico, y de hecho algunos conservan como tradición adornos vegetales, y con el tiempo pasaron a formar parte de las tradiciones religiosas, no sin cierto conflicto. Las discusiones sobre si debía encabezar la procesión el pendón del pueblo o la cruz parroquial se acabaron resolviendo al incorporar la cruz en el vértice de la vara de muchas enseñas.