La organización logística, principal problema del comercio electrónico

La logística es el principal talón de Aquiles del comercio electrónico, pero esta forma de intercambio ha crecido sensiblemente en los últimos años y su crecimento será mayor a partir de ahora. Por eso, desde la Consejería de Fomento, que dirige Antonio Silván, se han puesto en marcha una serie de mecanismos para ayudar a las pymes que quieran iniciarse en este negocio a afrontar con éxito la aventura de hacer llegar en tiempo y forma los productos a sus compradores. Las iniciativas se enmarcan en la Estrategia Regional para la Sociedad Digital del Conocimiento, dentro del programa Entorno Empresarial Digital, que tiene como objetivo «corregir las limitaciones del tejido empresarial castellano y leonés». Desde el Observatorio Regional para la Sociedad de la Información se ha elaborado un informe, titulado e-logítica. La problemática de la logística en el comercio electrónico , que pretende detectar las debilidades de este tipo de negocio y ofrecer soluciones a las empresas de la comunidad. «El comercio electrónico hoy en día se ha convertido en una realidad, en una nueva posibilidad de comercializar a través de un medio, Internet, que se encuentra abierto 24 horas al día durante 365 días al año y con un escaparate a nivel mundial». Una novedad que cambia la forma de relacionarse de los proveedores con sus clientes, y que implica una reestructuración en las formas de trabajar de aquellas empresas que decidan incorporarse a la modalidad de comercio electrónico. «La gestión logística es el principal problema al que se enfrentan las pymes para desarrollar el comercio electrónico, lo que las puede llevar al fracaso». Fallos en la entrega De hecho, según un informe de Red.es, el grado de satisfacción de los clientes que utilizaron Internet como medio de compra ha experimentado un crecimento importante: el 98,7% están satisfechos con la compra, pero más del 7% tuvieron algún tipo de problema logístico. Los costes que puede suponer la logística son también un importante freno para la empresa, según el estudio de la Junta, ya que «a diferencia del comercio tradicional, en el electrónico exigimos al vendedor que se haga cargo de los gastos de envío, con todo lo que esto conlleva, com por ejemplo los errores en la entrega o el rechazo del producto por parte del comprador». Una dificultad aún más evidente para la pyme, ya que disponen de un margen de maniobrabilidad inferior al de las grandes compañías y además asumen unos costes que pueden resultarles excesivos. Patrones anticuados Las conclusiones del informe señalan que esta forma novedosa de negocio requiere una adaptación de la logística tradicional a los nuevos condicionamientos, pero hace un llamamiento a diferenciar las dificultades reales que puedan plantearse de «presunciones ficticias basadas en anticuados patrones de mercado». Entre otros cambios, el informe señala el cambio en el proceso de almacenaje. «El vendedor no suele tener un almacén en su establecimiento, puede que ni siquiera cuente con una tienda abierta al público. La logística asociada al comercio electrónico suele exigir una política de stock cero, lo que se conoce como método just in time ». El caso es que cuando un cliente realiza un pedido por Internet espera recibirlo en su domicilio en el menor plazo posible, con los mayores niveles de calidad y en la franja horaria que determine. Pero «no avisa al vendedor de la época del año o el día de la semana en que realizará su pedido, ni del volumen del mismo; por lo que el vendedor debe haber diseñado un sistema lo suficientemente flexible como para adaptarse a los picos y excesos de venta que alcanza su mercado».