Dinosaurios en la Catedral
Juan Luis Puente presenta el lunes la segunda parte de su popular libro ‘Firmado en la piedra’ En él desvela y reproduce cientos de marcas de cantero, esculturas inéditas y misteriosas inscripciones presentes en monumentos leoneses y foráneos .
Los dos lagartos o dinosaurios localizados en la parte superior del claustro de la Catedral, en una baldosa del suelo. J. L. PUENTE
e. gancedo | león
Unos cazan meteoritos o mariposas, fósiles o canales romanos. Juan Luis Puente López, en cambio, persigue marcas de cantero. Armado con una potente lintera, descubre signos imperceptibles al ojo no avisado (y al avisado también), los sorprende y saca de su hibernación de siglos, y los captura a base de fotografías que más tarde analiza y describe. Firmas de obreros y artesanos medievales, lápidas mortuorias, inscripciones, figuras, símbolos... la mayoría muy complicada interpretación.
Signos inscritos en monumentos de toda índole que poblaron Firmado en la piedra , una obra ya clásica de la bibliografía leonesa, que hace unos meses alcanzaba su octava edición y que es, con mucho, el libro más vendido del sello Edilesa. Y título ahora continuado con un segundo volumen en el que simbología y geografías se amplían considerablemente. Puente, veterano investigador y divulgador, presentará esta nueva obra —publicada por el mismo sello— este lunes día 19, a las 20.00 horas, en la Biblioteca Pública de León.
«Este es un libro de misterios, de preguntas», sintetiza el también autor de, entre otros, Mensajes escondidos en la Catedral de León y Reyes y reinas del reino de León . De misterios y sorpresas, pues entre sus páginas habitan firmas que sólo pueden leerse reflejadas en un espejo, marcas dobles («¿por qué? ¿es que firmaba también el becario o aprendiz?», se pregunta el autor), y hasta elegantes rúbricas de artífices musulmanes. Lienzos para estas escenas son la Pulchra Leonina , los monasterios de Carracedo, Gradefes y San Miguel de Escalada, templos asturianos (en algunos de los cuales la cruz cristiana se completa con viejos símbolos como el tejo y otros, «por si no era suficiente, quizá»), edificios de Soria, Burgos y La Rioja vinculados a monarcas leoneses... pero también incluye ejemplos de Medina Azahara (Córdoba), Petra (Jordania) y Leptis Magna (Libia) y eso sin olvidar los petroglifos maragatos. Porque la obra no sólo constituye un muestrario de estos sugestivos elementos sino que aporta información sobre los primeros signos trazados por el hombre, datados en torno a hace 400.000 y 500.000 años. Y entre las incógnitas completas, entre sus imágenes inéditas, una curiosa especie de lagartos o dinosaurios que Puente localizó en la parte superior del claustro catedralicio, en una losa del suelo. «Parecen fruto de una restauración moderna o algo parecido, pero a ciencia cierta no sabemos lo que son ni de cuándo proceden», dice.
Lo que es seguro es que muchos lectores se familiarizarán con un término desconocido antes de encarar estas páginas: apotropaico , esto es, «que protege contra el mal», carácter que parece compartido por muchas de estas representaciones.
En total, 95 páginas y 145 imágenes —entre fotografías, dibujos y reconstrucciones— en un volumen editado con todo primor que ya está a la venta al precio de seis euros.
