Diario de León

Novedades de la RAE: de bot a pifostio o sindiós

Bitcóin, cortapega, chuche, cachopo, obispa, poliamor, transgénero o triaje, entre las casi 4.000 novedades del diccionario académico español

Las palabras de ciberseguridad se cuelan en los libros. PIYAL ADHIKARY

Las palabras de ciberseguridad se cuelan en los libros. PIYAL ADHIKARY

Publicado por
Miguel Lorenci
León

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Bot. Bitcóin. Cortapega. Cisgénero. Criptomoneda. Ciberacoso. Enoturismo. Gentrificación. Geolocalizar. Mantero. Obispa. Poliamor. Pifostio. Sindiós. Transgénero. Triaje. Vapear. Vacunología. Ya podemos pronunciar y escribir todos estos términos sin que nadie nos saque los colores. Son parte de las casi 4.000 novedades de la última actualización digital del Diccionario de la Lengua Española (DLE), la 23.5, presentada ayer en la Real Academia Española (RAE), una docta casa que ahora se ciberactualiza.

Una puesta al día que la RAE hace anualmente y que este año es la más extensa del último lustro. "En 2019 fueron unas 1.100 y casi 2.500 en 2020", destacó la académica Paz Battaner, directora de la edición del DLE. Esta vez se han incorporado un total de 3.836 modificaciones, entre adiciones de artículos, nuevas acepciones o enmiendas, todas ya disponibles en la edición digital del DLE y que, según dijo, "son el reflejo de la sociedad actual".

La digitalización y tecnificación se refleja en la incorporación de términos como bitcóin (moneda digital), bot (programa que imita el comportamiento humano), ciberacoso, ciberdelincuencia, criptomoneda (moneda virtual gestionada por una red de computadoras con un sistema de encriptación), o incluso la reciente webinario (presentación de carácter formativo que se transmite vía internet, en la que los participantes pueden hacer comentarios).

Se renuevan las acepciones de audio, como mensaje sonoro enviado digitalmente; compartir, para referirse a poner a disposición de un usuario un archivo u otro contenido digital, y a los verbos cortar y pegar se añade la coloquial forma cortapega (acción de cortar texto o carpetas de una localización y pegarlo en otra).

El efecto de la pandemia aporta modificaciones como triaje (clasificación de los pacientes para establecer su orden de atención), vacunología (estudio de las vacunas), o nuevas formas de burbuja social, y nueva normalidad. En el ámbito de la sexualidad y el género se incluye poliamor (relación erótica y estable entre varias personas con el consentimiento de todas ellas), transgénero (persona que no se siente identificada con su sexo anatómico), su voz contraria, cisgénero (se identifica con su sexo), o pansexualidad (atracción sexual hacia cualquier individuo u objeto). También destaca obispa, que responde "a la existencia de órdenes religiosas y confesiones que ya las admiten", dijo Battaner Gastropalabras Desde el mundo de la gastronomía se añaden voces como sanjacobo, el familiar librillo de carne rebozada relleno de jamón y queso, o el cachopo, hasta ahora el tronco seco y hueco de un árbol reconocido ya como el típico filete empanado de la gastronomía asturiana.

También paparajote, dulce murciano a base de la hoja de limonero, o el muy popular rebujito, mezcla de vino manzanilla con un refresco gaseoso. Además de enoturismo (visita a viñedos y bodegas), a la voz tinto se añade de verano para describir la bebida típica en toda España. También hallan acomodo en el diccionario las voces quinoa, de origen quechua, o crudité, referido a la manera francesa de presentar legumbres sin cocinar.

Se incorpora gentrificación (desplazamiento de una población urbana por otra de mayor poder adquisitivo), pifostio (situación de confusión o desorden), rayar, (alguien trastornado o loco: rayado), sindiós (caos o desorden) y mantero y top manta (nueva acepción para señalar la venta ilegal), empanado, (despistado, distraído, aturdido o confuso), chuche, el acortamiento infantil de chuchería, y disfrutón, (que tiene gran capacidad de disfrute).

¿Al papel? No sabemos cuándo estas novedades llegarán al formato de papel del DLE, si es que se aborda una nueva edición de este volumen. La anterior fue en octubre de 2014 y parece hoy un 'cadáver exquisito'. "Mi voluntad es que haya edición en papel", dijo Muñoz Machado, aunque destacó que ahora los trabajos académicos son "sobre una base digital de tal magnitud que podrían generar varios diccionarios especializados".

"La difusión del anterior diccionario de papel fue mediocre. Un diccionario es un libro que ha pasado a la historia. Las editoriales notan que no tienen atractivo, y todos preferimos el manejo de la versión electrónica", reconocía.

Sobre el proceso de incorporación de novedades, Muñoz Machado destacó que "la Academia intenta no precipitarse". "Dejamos dormir a las palabras un rato a la puerta, porque a veces se ponen de moda y desaparecen tan rápido como llegaron. En los plenos y comisiones siempre hay alguien que dice que esperemos", concluyó el director de la RAE.

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